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Actualizado: 03 dic 2018 / 17:47 h.
  • «Llamamos 15 veces al día a la Policía para denunciar el consumo de alcohol en la Macarena»
    Imágenes de personas consumiendo alcohol en la calle tomadas por los propios vecinos. Fotos: El Correo.
  • «Llamamos 15 veces al día a la Policía para denunciar el consumo de alcohol en la Macarena»
    Imágenes de personas consumiendo alcohol en la calle tomadas por los propios vecinos. Fotos: El Correo.

Don Fradrique se ha convertido en la calle de la amargura para vecinos y comerciantes de la Macarena. Denuncian que la «numerosa» población de indigentes que deambula en el barrio en torno a los centros sociales de acogida ha convertido esta transitada vía en un «grave problema de convivencia y de seguridad», donde «se consume alcohol a cualquier hora, y se suceden peleas y robos a plena luz del día». El hartazgo vecinal queda cuantificado en las quejas telefónicas que, según señalan, realizan a Policía Local y al Servicio de Emergencias 112: «Llamamos 15 veces al día para denunciar el consumo de alcohol en la calle. La mitad de las veces ni nos lo cogen».

La asociación de vecinos y comerciantes de la Macarena ha vuelto a denunciar públicamente la situación que padecen a las puertas de sus viviendas debido, insisten, a la concentración de personas sin techo en el barrio que mantienen «un comportamiento incívico». El último episodio ha ocurrido este fin de semana en un establecimiento de la calle Don Fadrique. «Se produjo una pelea importante dentro del bar y en la zona de la terraza. Tuvo que venir hasta la Policía», han alertado desde la entidad vecinal, que además advierten de que se ha llegado a una situación de «desatino total» que «preocupa seriamente» a los residentes.

Otros casos recientes que se han producido en la citada vía han sido «una importante pelea» entre indigente este viernes por la noche, así como el robo de una silla del velador de un bar y una placa de hierro de la entrada de un domicilio particular.

Los vecinos relatan cómo es el día a día en la calle Don Fadrique, «ocupada de principio a fin» de un tiempo a esta parte: «Desde primera hora de la mañana, los indigentes toman el número 23. Allí se llevan todo el día bebiendo alcohol y luego pasan al número 53. Cuando tienen que hacer sus necesidades van a las calles Esperanza o Basílica». En este contexto, critican la impunidad con la que actúan, al margen de cualquier normativa o ley. «No entendemos que se consienta que la gente esté bebiendo en la calle cuando y no se aplique la Ley Antibotellona de 2006», apremian en esta asociación de la Macarena, que hace unos meses fue la primera en alzar la voz sobre este problema derivado en parte de la concentración de centros sociales de acogida en un radio pequeño. Ello derivó en un encuentro con el alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas; y en la posterior organización de «mesas de trabajo» con vecinos y afectados, de las que finalmente se salió esta entidad al ver que «no había avances».

Reubicación de plazas «ya»

En este sentido, la entidad recuerda la necesidad de mantener «una vigilancia policial constante» en toda la zona y de poner en práctica las medidas aprobadas por unanimidad en el pleno municipal del pasado mes de septiembre. «Urge ya que se proceda a la reubicación de plazas de los centros sociales. ¿A qué espera más este gobierno municipal? La situación es insostenible y el efecto llamada, una constante», concluyen los representantes de la asociación de vecinos y comeriantes de la Macarena, que igualmente denuncian «menudeo y consumo de droga en la calle», así como «la llegada de gorrillas» a la calle Perafán de Ribera. Anuncian movilizaciones para después de las navidades, si no hay «una solución inmediata y efectiva».