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Actualizado: 21 oct 2017 / 12:17 h.
  • Los contaminantes se asoman a un futuro como recurso útil
    Jesús Campos, en el laboratorio del Instituto de Investigaciones Químicas en el que trabaja junto a sus colaboradores en el CicCartuja. / El Correo

Si el Consejo Europeo de Investigación le concede 1.445.000 euros hasta el año 2023 para dirigir un proyecto de investigación, algo estará haciendo bien. El receptor de la Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés), el programa de excelencia inicial del ERC de la Unión Europea y que conlleva tan suculenta suma, es Jesús Campos: químico especializado en catálisis, investigador postdoctoral de la Universidad de Sevilla y director de un proyecto en el que tendrá que asumir nuevas funciones que ya barrunta cómo afrontar.

Con afán divulgativo, aclara cuál es su campo. «Yo trabajo en catálisis. La catálisis es convertir unas moléculas en otras, acelerar las reacciones químicas», resume. Así a ojo, calcula en alrededor de mil billones de euros cada año el dinero que mueve la catálisis, entre otras cuestiones porque «todos los productos manufacturados que crea la industria química requieren el uso de un catalizador en alguna etapa». La conclusión es sencilla: «Todas las mejoras que se hagan en este campo van a influir en la sociedad, la economía y el medio ambiente en su conjunto, de modo que todo lo que se invierta aquí va a revertir en la sociedad a nivel global». De hecho, Campos apuesta porque «muchos de los problemas medioambientales que tenemos se solucionarán a partir de la catálisis», «una ciencia multidisciplinar que no es muy antigua y que requiere todavía de muchas mejoras». En ello anda.

¿Qué tiene de especial este proyecto? «Lo que intenta –cuenta Campos– es conseguir una serie de catalizadores conceptualmente diferentes de todos los que se han hecho hasta ahora, basados en los principios que usa la naturaleza. Porque esos catalizadores naturales son infinitamente mejores que los que nosotros podemos usar en la industria». Para explicarse tira del ejemplo de la fotosíntesis, que convierte el dióxido de carbono, el principal generador del calentamiento global y el efecto invernadero, en azúcar. «Mi idea es intentar hacer este mismo tipo de reacciones de manera artificial. Si pudiéramos convertir el dióxido de carbono en combustible eliminaríamos el principal contaminante del siglo XX y XXI y además haríamos un combustible a partir de este contaminante», razona. «Para hacer eso, yo creo que la solución es fijarnos en la naturaleza e intentar desarrollar los mismos conceptos cooperativos, pero haciendo ingeniería molecular artificial en el laboratorio», amplía.

La dificultad, claro, es mucha. Porque la industria química es poco eficiente y «no sabe usar recursos renovables. La naturaleza ya ha solucionado esos problemas a partir de mecanismos cooperativos que nosotros no sabemos hacer de manera artificial. Y ésa es la base de mi proyecto: intentar inspirarme en la naturaleza, utilizar las sinergias que la naturaleza ha descubierto para desarrollar catalizadores artificiales que me permitan hacer reacciones químicas que tengan un impacto económico y medioambiental fundamentalmente en la industria química. Convertir contaminantes en recursos útiles», dicho de manera sencilla.

Conviene, no obstante, realizar una puntualización: lo que Jesús Campos hace es ciencia básica, ciencia que busca ampliar el conocimiento, lo que no quiere decir que las potenciales aplicaciones futuras no se le pasen por la cabeza. «De aquí a implementar eso a nivel industrial quedan muchos años. Pero bueno, estamos empezando y llevamos esa línea de investigación», ratifica, y todavía puntualiza: «Aunque no tenga una utilidad práctica real, esto siempre es fundamental. Yo quizá busco aquello y resulta que aquello no lo encuentro, pero encuentro otra cosa todavía mejor, o diferente».

Comienza ahora una nueva etapa, que incluye nuevas obligaciones como gestionar recursos humanos, porque podrá contratar hasta a diez personas, y temas administrativos referidos a compra de material o presupuestos. «Pero por supuesto también está la parte científica, que es la parte bonita, en la que con la gente que trabaja conmigo analizo los resultados, diseñamos los experimentos y marcamos un poco cuál va a ser la pauta del proyecto a corto y medio plazo. La ciencia sigue ahí por supuesto, aunque de otra manera». Un nuevo reto para una nueva etapa.

Un programa para jóvenes investigadores

Starting Grant es el programa de excelencia inicial del ERC de la Unión Europea. Su objetivo es que jóvenes investigadores talentosos –y en posesión de un título de doctor de entre dos y siete años de antigüedad– puedan crear grupos de investigación independientes. En el caso de Jesús Campos, con estos fondos será posible contratar a cuatro estudiantes de doctorado, tres investigadores postdoctorales, un técnico de laboratorio y un gestor de proyectos. Todos ellos formarán el grupo que dirigirá Campos como Investigador Principal. Por el momento, es investigador con un proyecto Marie Curie, otro programa europeo, e investigador postdoctoral de la Universidad de Sevilla del departamento de Química Inorgánica. Trabaja en un centro mixto en el que participan el CSIC y la Universidad de Sevilla, el instituto de Investigaciones Químicas, que pertenece al CicCartuja.