Los vigilantes de seguridad que supuestamente embistió con su coche el miembro de La Manada Ángel Boza, --condenado junto a otros cuatro participantes de dicho chat a nueve años de cárcel por abuso sexual a una joven en los Sanfermines de 2016--, tras el presunto hurto de unas gafas de sol de un centro comercial de Sevilla, han ratificado este domingo su denuncia en el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla donde estaban citados a partir de las 10,00 horas.
Tras esto, según ha señalado a Europa Press Agustín Martínez, el abogado de Ángel Boza, a primeros de septiembre va a pedir la puesta en libertad del acusado, teniendo en cuenta que los vigilantes de seguridad, que han declarado en menos de horas, no han reclamado “nada por las lesiones”, que son “prácticamente inexistentes”.
“Teniendo en consideración que el tribunal instructor se marcha de vacaciones, vamos a esperar a su regreso para pedir la puesta en libertad”, ha subrayado Martínez.
A través de un auto fechado el pasado 3 de agosto y recogido por Europa Press, el citado juzgado de Instrucción ordenó la comparecencia como perjudicados de los dos vigilantes del centro comercial donde acontecieron los hechos a los que Boza habría embestido supuestamente con su coche al huir del recinto, así como del representante legal del citado centro de El Corte Inglés.
Además, fueron citados como testigos otros dos guardias de seguridad, todos ellos para este domingo al estar de nuevo de guardia el Juzgado de Instrucción número 16.
Según la Policía Local de Sevilla, tras interesarse Ángel Boza por unas gafas de sol valoradas en unos 200 euros en un centro de El Corte Inglés, se habría hecho con las mismas retirándoles el dispositivo de alarma y colocando otras gafas en el lugar del expositor de venta donde estaban las mismas.