El año que ahora comienza tiene ante sí grandes retos en los barrios de Sevilla. En concreto en los históricamente deprimidos en los que la crisis ha dejado alarmantes cifras de paro y no menos preocupantes casos de pobreza. El último informe de la Oficina Andaluz de Empleo señala a Los Pajaritos como el barrio más pobre de España –con ingresos por familia de 12.614 euros al año–, y contabiliza hasta 14.766 desempleados en Amate, de los que más de un 20 por ciento tienen menos de 29 años. El borrador de los presupuestos municipales de 2017 que prepara el gobierno socialista de Juan Espadas –y que espera aprobar este mes– trata de corregir esta situación de emergencia social. Así apuesta por un reparto más social en los distritos: más dinero para quien menos tiene.
La propuesta tiene dos objetivos claros: generar empleo directo y subir las partidas de ayudas sociales. En una primera previsión, el distrito que recibiría más sería Este-Alcosa-Torreblanca, donde se localizan los barrios con más parados. La dotación rondaría los 880.000 euros. El segundo con mayor presupuesto será Cerro-Amate, con 517.000 euros; seguido del distrito Macarena, donde están también varios barrios con más dificultades (Polígono Norte), con más de 450.000 euros.
Pese a los esfuerzos municipales de los últimos doce meses, urge también el refuerzo de los dispositivos de formación e inserción laboral, potenciando la tarea de las Unidades de Atención Social (UTS) para hacer frente a las nuevas demandas de la crisis.
En términos generales, además otro gran desafío para 2017 es la aprobación y puesta en marcha el nuevo reglamento de Participación Ciudadana, que busca dar más voz a los vecinos frente a la representación política. La normativa ayudará a potenciar el papel de las juntas municipales del distrito, lo que facilitaría «la prometida descentralización» que, según lamentan la inmensa mayoría de vecinos, «no termina de llegar».
CASCO ANTIGUO
La movilidad sigue siendo una asignatura pendiente. Pese a la semipeatonalización de Baños y la reordenación de San Marcos, aún no se ha abordado un plan de tráfico consensuado, con nuevos servicios de transporte público y aparcamientos en el entorno. Otro desafío es el control de la movida nocturna y botellona que ha resurgido en la Alfalfa o el Arenal.
NERVIÓN
El proyecto del tanatorio ha generado polémica entre los vecinos, que piden su paralización. También está pendiente la recuperación del antiguo pabellón de La Ranilla, que espera tener un uso cultural y social; y la del antiguo colegio de San Bernardo.
MACARENA
El Polígono Norte exige la puesta en marcha de un plan integral similar al del Polígono Sur. Otras barriadas como La Barzola,_El Carmen –donde está comprometida la instalación de ascensores– Begoña o Villegas también aguardan los proyectos de reurbanización.
SUR
Los vecinos del Polígono Sur esperan que este sea el año en el que al menos comiencen las obras de la comisaría de la Policía Nacional después de más de 30 años de lucha y otros tantos de atascos burocráticos en los que la seguridad la zona sigue demandando este servicio público.
CERRO-AMATE
El tema de la limpieza es una queja común y generalizada a todos los barrios, aunque aquí es quizás donde es más patente. Ha caído la frecuencia de recogida de basura y se baldea poco lo que ha provocado la aparición de ratas y otros insectos en zonas, como en Jesús, María y José. A ello hay que añadir el plan integral de Su Eminencia y Tres Barrios, del que nada se sabe.
NORTE
Después de años de proyectos sin concretar, las antiguas naves de Renfe, para las que hay propuestas una alternativa de ocio saludable para jóvenes, esperan ser una realidad en los próximos meses tras la concesión de los fondos europeos. Otro de los objetivos a alcanzar es completar la integración en el mapa de la ciudad de las barriadas diseminadas de Aeropuerto Viejo o Valdezorras.
SAN PABLO-SANTA JUSTA
Habría que concretar los plazos (y presupuestar) el proyecto de ampliación del tranvía hasta la estación ferroviaria de Santa Justa. También habría que dar respuesta a los históricos problemas de movilidad en San Pablo, donde esperan que se fijen las ayudas públicas destinadas a instalar ascensores y a las obras de rehabilitación de viviendas.
ESTE-ALCOSA-TORREBLANCA
La distancia que le separa del centro hace que sus vecinos sigan reclamando mejoras en los transportes que, aunque comprometidas, no terminan de llegar. Principalmente la línea del Metro que parece alejarse cada vez más. En barrios, con altas tasas de pobreza, como Torreblanca, están pendientes de ejecutar los planes integrales. En otras zonas, la falta de seguridad, que esperaba aplacarse con la Policía de barrio, es otro de los frentes abiertos.
BELLAVISTA-LA PALMERA
La reurbanización de barriadas como Heliópolis o El Cano aún esperan que llegue su turno. También la de Guadaíra, que urge una rehabilitación reclamada desde hace años por sus vecinos. Resta por definirse el plan de movilidad para el centro comercial de Palmas Altas.
TRIANA
Nada se sabe aún de la reordenación del tráfico en las calles de su casco histórico y, frente al aumento de la circulación en el entorno de la Torre Sevilla, la principal apuesta ha sido la lanzadera de Tussam desde la estación de Blas Infante. La ribera del río desde el paseo de la O también espera la concreción de un proyecto, así como el solar de la Cava de los Civiles, en Pagés del Corro.
LOS REMEDIOS
El futuro del antiguo edificio de Altadis sigue siendo una incógnita. Tras anunciar la revisión del convenio firmado por el anterior gobierno local, no se ha señalado un uso definitivo. Al margen de este proyecto, Tablada aguarda convertirse en el gran parque periurbano. Otras cuestiones son la botellona y el aparcamiento indiscriminado en el entorno del campo de la Feria.