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Actualizado: 30 ene 2017 / 21:14 h.
  • «Necesitamos más gasolina»
    La plana mayor del sector turístico sevillano, en la terraza del hotel Inglaterra. / El Correo

«Es evidente que todos queremos más, que muchas veces ponemos la comparación del esfuerzo presupuestario que realiza para promoción el destino Sevilla con otros destinos nacionales, y salta a la vista la diferencia abismal de recursos que manejan unas ciudades con respecto a otras (...) Habrá que reflexionar dónde están esos recursos. La tasa turística es una posibilidad, aunque hay otras», ha analizado el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, que sólo ha aludido a otra opción para aumentar los ingresos que la ciudad necesita para promoción turística: el cobro de impuestos a quienes ofrecen alojamientos ilegales.

«Yo me reafirmo en la necesidad de abrir una reflexión compartida del sistema turístico sevillano en torno a cómo podemos obtener más recursos. Está claro que necesitamos más gasolina, por así decirlo», resumió.

Lo cierto es que la cuestión de la tasa turística, que el propio Muñoz destapó en noviembre de 2015 en El Correo de Andalucía, se volvió a colar en medio del balance, indiscutiblemente positivo, del turismo de Sevilla en 2016 y de las previsiones para este 2017, con el Año Murillo «como argumento de venta principal».

También se coló el otro tema que sobrevuela el sector en los últimos meses: el de si Sevilla corre el riesgo de quedar saturada por un flujo excesivo de turistas. En esto, como en ocasiones anteriores, Antonio Muñoz fue tajante: «Esta ciudad se puede permitir seguir creciendo. Estamos trabajando en esa dirección». «No estamos con una problemática de saturación», resumió, y añadió luego que el sector sí está atento a la situación de algunas ciudades, con Barcelona como referente nacional, que padecen este problema para mirarlas como «laboratorio» a partir de cuya experiencia adoptar políticas que permitan anticipar la hipotética llegada de este problema.

Lo cierto es que, si el objetivo de la comparecencia era «evaluar los resultados de 2016 y las perspectivas turísticas para 2017», lo primero que saltaba a la vista es que el sector se ha unido por una causa común. Compartían mesa con el representante municipal el presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, Manuel Otero; el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla y su Provincia, Pablo Arenas; el presidente de la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas, Gustavo de Medina; el presidente del Sevilla Congress & Convention Bureau, Arturo Serra; el presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla, José Manuel Lastra, y el gerente del Palacio Congresos y Exposiciones de Sevilla (FIBES), Jesús Rojas.

Entre unos y otros desgranaron una verdadera avalancha de cifras, ya conocidas prácticamente todas, que ratifican que el crecimiento de Sevilla como destino turístico es un hecho incuestionable. En 2016, «año récord, el mejor de la historia del turismo en Sevilla» –Muñoz dixit–, fueron más de dos millones y medio los viajeros que se alojaron en establecimientos hoteleros, dato que supone un crecimiento del 9 por ciento respecto a 2015. Se produjeron más de 4,9 millones de pernoctaciones en establecimientos hoteleros, un 7,75 por ciento más que el año anterior. Y en este punto, Muñoz destacó el comportamiento de «la demanda extranjera, puesto que, de los 2,5 millones de viajeros alojados en hoteles, 1,3 millones son extranjeros». Es decir: que en los hoteles sevillanos durmieron el año pasado más turistas internacionales que nacionales. Las cifras de pernoctaciones son similares: de esos 4,9 millones de viajeros que durmieron en Sevilla, tres millones fueron extranjeros.

Los principales países emisores de turistas fueron en 2016 Francia, Estados Unidos, Italia, el Reino Unido y Alemania. El mercado que más creció fue el del Reino Unido, con un notable 15,5 por ciento de aumento, con nula incidencia, por el momento, del anunciado Brexit.

La estancia media, ese gran caballo de batalla de tantas ciudades turísticas de interior, ha sido de 1,9 días.

Respecto a cómo valoran los visitantes la ciudad de Sevilla, las cifras vuelven a avalar el buen momento del sector. «El turista otorga a la ciudad de Sevilla un sobresaliente holgado», ha explicado Muñoz, con una media de un 4,92 sobre cinco. La palma se la lleva el sector del ocio y la diversión, que los turistas valoran con un 4,99. El alojamiento se lleva un 4,88 y la restauración, un 4,93.

Fue Gustavo de Medina, el presidente de las empresas turísticas, quien definió en una frase uno de los caminos por los que Sevilla debe transitar para competir en el mercado del turismo. «No podemos ir a vender fuera con recursos del siglo XIX», resumió, quizá de forma excesiva, pero más que comprensible. En este sentido, los datos del último trimestre de 2016 avalan que la ciudad y la provincia avanzan también por la indispensable senda de las tecnologías. En esos tres meses, ha habido 243.000 menciones de relevancia de la ciudad de Sevilla en redes sociales, con un 86,27 por ciento sobre cien de opiniones positivas, en palabras de Muñoz.

Sobre la senda que debe seguir la ciudad también hay acuerdo, al menos a grandes rasgos: apostar por la oferta cultural y el turismo de congresos; pelear contra la estacionalidad y la centralización en la zona monumental; aprovechar el crecimiento de la feria y acabar con la competencia ilegal del sector hotelero. Queda trabajo, por lo tanto.

El «déficit» de las conexiones aéreas como hándicap

El aeropuerto de San Pablo encadena resultados positivos con regularidad, pero el turismo local necesita todavía más de San Pablo. En ese sentido se expresaron ayer los representantes del sector al hablar de las perspectivas del recién comenzado 2017.

El concejal de Turismo, Antonio Muñoz, explicó la importancia que para Sevilla tiene atraer a viajeros «de media y larga distancia, que pensamos que son los que nos interesan de una manera extraordinaria, porque todos sabemos que cuando se viaja desde una larga distancia la estancia es mayor. Y, por tanto, el gasto en destino también es mayor. Vamos a seguir impulsando y desarrollando los trabajos por aumentar las conexiones aéreas, que no deja de ser un déficit que tiene Sevilla», valoró antes de apuntar que «hay una capacidad instalada en el aeropuerto desaprovechada. A pesar de las buenas cifras que nos está reportando el aeropuerto en los últimos ejercicios, todavía se puede seguir creciendo».

Destacó Muñoz el acuerdo con Luftansa para aumentar la frecuencia de los vuelos con Múnich y Fráncfort de tres a cuatro semanales y los vuelos a Turín y Nápoles que se inaugurarán en primavera. Sobre la opción de tener una conexión con Manchester, ciudad que prefirió no citar con todas sus letras, comentó que está «bastante madura». Todo con un añadido significativo, por importante: es la frecuencia de los vuelos la que marca a menudo el número de pernoctaciones.

También echó en falta una «mayor conectividad aérea» el gerente de Fibes, Jesús Rojas, quien sí destacó que, a falta de vuelos directos, han funcionado de modo adecuado vuelos chárter para congresos específicos.