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Actualizado: 23 may 2018 / 08:35 h.
  • Buscar recogimiento, incluso en primavera, tiene una excusa perfecta: un buen libro. / El Correo
    Buscar recogimiento, incluso en primavera, tiene una excusa perfecta: un buen libro. / El Correo

La primavera es un momento del año que se identifica con la gran eclosión de nuevos títulos en el mercado editorial, por más que alguno se empeñe en seguir defendiendo la alergia a los libros como la alergia a las gramíneas o al polen del olivo. Aquí proponemos algunas novedades irresistibles para combatir la pereza lectora en una temporada especialmente atractiva.

Empezaremos con el género más popular, la novela. Y para no ir muy lejos, con la nueva hornada de escritores españoles que viene pegando muy fuerte en los últimos tiempos. Quédense, por ejemplo, con estos dos nombres: Mario Cuenca Sandoval y Miguel Ángel Hernández. El primero, cordobés, ha escrito una obra deslumbrante, la vida de Olivier Messiaen, «el Mozart francés», en El don de la fiebre (Seix Barral). El segundo, murciano, bucea en su propio pasado y el de su entorno en El dolor de los demás (Anagrama), a raíz de un sórdido suceso que le tocó de cerca, y que le sirve para retratar toda una época con un arrojo y una maestría poco frecuentes. Si queremos añadir otro nombre grande a esta apresurada nómina de narradores en torno a los 40 años, no duden en anotar a Jon Bilbao, un maestro de la prosa breve más que acreditado con El silencio y los crujidos. Tríptico de la soledad, alumbrado por el sello Impedimenta.

Otra esperado lanzamiento es el de lo nuevo de un veterano de la narrativa patria, Rafael Reig, quien en Para morir iguales (Tusquets) narra la historia de un chico criado en un hospicio de Madrid antes de convertirse en un próspero y respetable ciudadano, proponiendo una mirada a los años del tardofranquismo y una reflexión de hondo calado social.

Sin salir de nuestro idioma, pero saltando el charco, toca destacar la reedición de Una noche con Sabrina Love (Libros del Asteroide), del argentino Pedro Mairal, un viaje iniciático en busca de lo imposible que guarda no pocas conexiones con su anterior éxito, La uruguaya.

Desde Colombia, la escritora Laura Restrepo, que maravilló hace ya algunos años con Leopardo al sol y desde entonces no ha dejado de dar muestras de talento, vuelve a exhibir sus facultades con Los divinos (Alfaguara), una obra basada en hechos reales que invita a pensar en la violencia ejercida sobre las mujeres en el mundo actual.

Muy esperado es también el regreso del salvadoreño Horacio Castellanos Moya con El asco (Thomas Bernhard en El Salvador), un descarnado retrato del país centroamericano publicado, como La diáspora, por Literatura Random House.

Siguiendo por el panorama internacional, más allá de las fronteras de la lengua de Cervantes, encontramos el mundo homosexual del marroquí Abdelá Taia plasmado en El que es digno de ser amado (Cabaret Voltaire); o Llega la negra crecida (Sexto Piso), la última novela escrita por Margaret Drabble, autora clásica de las letras inglesas a quien descubrimos hace un par de años con La niña de oro puro; o Los dos tórtolos (Nórdica), una magistral indagación en el mundo de la pareja a cargo del novelista francés y premio Goncourt, Alexandre Postel.

Dos grandes alegrías para los amantes del ensayo: La Hispanibundia, lo nuevo del único e incomparable Mauricio Wiesenthal, subtitulado Retrato español de familia, y De senectude política: carta sin respuesta a Cicerón, del helenista Pedro Olalla, ambos en Acantilado. Para entender las convulsiones sociales de las últimas décadas y analizar con lucidez el presente, no estará de más echar un vistazo (y algo más) a Revoluciones. Cincuenta años de rebeldía (1968-2018), de Joaquín Estefanía, que acaba de ver la luz en Galaxia Gutenberg. Y si lo que nos pide el cuerpo es viajar antes de las vacaciones de verano, nada como el asombroso Invierno en Oriente Próximo de la gran Annemarie Schwarzenbach que con gran acierto ha rescatado La Piedra Lunar.

Si lo que buscamos en cambio son jugosos epistolarios, nada como las Cartas de amor a Konstantín Rodzévich de esa gigantesca poeta que fue y será siempre Marina Tsvietáieva, recién recuperadas por Renacimiento. Para no salir del ámbito de la lírica, la Fundación Lara está a punto de lanzar Prender con keroseno el pasado, la magnífica biografía del poeta gaditano Carlos Edmundo de Ory que ha escrito su paisano José Manuel García Gil, y que obtuvo el premio Domínguez Ortiz en su última edición.

También se nos brinda una aproximación a una de las grandes intelectuales del siglo XX en Un paseo por la vida de Simone de Beauvoir (Lumen), la nueva entrega de Carmen G. de la Cueva después de la buena acogida de su Mamá, quiero ser feminista.

Si las novedades nos abruman, siempre podemos refugiarnos en los clásicos: ahí está, sin ir más lejos, la edición de los cuentos completos de Edith Warton que acaba de emprender Páginas de Espuma, y que promete dar muchas horas de felicidad a sus lectores. O el rescate de Las ciudades invisibles, título fundamental en la obra del italiano Italo Calvino, que acaba de salir –como el resto de su obra– en la editorial Siruela.

Atención, por último, a esa joya absoluta que es Dzahn, de Andréi Platónov, una alegoría del socialismo en tiempos de Stalin que trasciende su época y ha sido por primera vez traducida íntegramente al español por Fulgencio Pimentel.

Y esto es solo una muestra provisional: todavía quedan por venir los lanzamientos para el verano...