Los diálogos entre Susana Díaz y Antonio Maíllo son el espejo de amplias divergencias en la gestión y una evidente falta de sintonía personal. El líder andaluz de IU volvió a subrayar ayer el talante con el que la presidenta de la Junta ejerce su función: «Usted se cree que es Andalucía, pero no lo es». El coordinador de la coalición hizo referencia al proceso de primarias socialistas al considerar que la dirigente socialista «usó» y «puso a Andalucía en el foco» sólo para conseguir beneficios personales. Maíllo enmendó en su totalidad la imagen que la jefa del Ejecutivo puso sobre la mesa en su primera intervención. «Andalucía está peor desde que llegó a la presidencia hace tres años, con más precariedad estructural, más pobreza y más exclusión». Reprochó a la presidenta su insistencia en acusar a IU de hacer el juego a la derecha en el Parlamento, «siempre la misma cantinela».
Díaz, por su parte, también planteó territorios comunes en su respuesta al portavoz parlamentario de IU. Le reprochó su gestión al frente de una coalición que «no sabía si iba a estar mucho tiempo en el Parlamento» por su abrazo a Podemos en la confluencia entre las dos fuerzas.
Maíllo hizo referencia a una cuestión de la que IU ha hecho bandera, el convenio sanitario con el Grupo Pascual, «un empresario le roba delante de sus narices 164 millones de euros». Además dedicó parte de su intervención a comentar el informe de la UCO en el que se apunta a la existencia de tarjetas black para pagar prostíbulos con dinero público, un hecho «nauseabundo» para el portavoz de la coalición de izquierdas.