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Actualizado: 03 ene 2022 / 12:56 h.
  • Un toro de Miura. / Toromedia
    Un toro de Miura. / Toromedia

Estrenamos año y con él, la promesa de una nueva temporada que anda calentando motores sin perder de vista la penúltima explosión vírica de ese dudoso bichito que cambió nuestras vidas hace casi dos años. El desparrame de contagios de las vísperas de Navidad podría estar frenando su velocidad pero las huestes del toreo se tientan la ropa sabiendo que la batalla aún no está vencida. A pesar de todo, el calendario comienza a recuperar algunas fechas que permiten pensar que la recuperación de la verdadera normalidad tampoco está tan lejana. O eso queremos pensar...

En Valdemorillo ya hay carteles, dando una rotunda vuelta de tuerca al planteamiento tradicional de un ciclo que nació entre talanqueras, se consagró en aquella recordada y glacial portátil de las chimeneas y ha evolucionado en la moderna plaza cubierta que, quién sabe, podría encontrar un nuevo camino mezclando combinaciones de promoción con otros festejos de relumbrón. Se anuncian nombres poco habituales en esta feria invernal, con Morante a la cabeza. Y el asunto ha causado el habitual revuelo en las redes, prestas a rasgarse las vestiduras. Pero es que todo está cambiando –ya lo dijo el Gatopardo- para que todo siga igual...

Valencia también tiene los carteles de Fallas a punto de horno después de dos años sin poder celebrarse. Será un ciclo intenso que incluye el doblete de Manzanares –siguiendo la doctrina Morante- y la consagración de esa revolución de los clásicos que ya bautizamos desde esta humilde tribuna. Hay un cartel –Morante, Ortega y Aguado- que podrá verse a orillas del Turia y podrá repetirse –con Urdiales a retortero- en muchas plazas. Eso sí, queda la duda latente en torno al aforo que podrá manejar Rafael García Garrido en su estreno como empresario titular del coso de la calle Játiva. Si la feria se celebrara hoy regiría un 75%. ¿Qué pasará a mediados de marzo? Pues aún es pronto para saberlo.

De Sevilla a Francia

Y mientras los Reyes Magos se preparan para regalarnos con su magia, la empresa Pagés engrasa su maquinaria para comenzar a cocinar los carteles de una Feria de Abril que debe recuperar las fechas tradicionales, el esquema de 2019 y su categoría de siempre. Sólo se conoce, hasta ahora, el grueso del elenco ganadero que debe lidiarse en la plaza de la Maestranza durante la temporada 2022. Pero ya se puede confirmar una ausencia. Es la de la ganadería de Álvaro Núñez del Cuvillo Benjumea. Morante había puesto un especial interés en contar con sus toros en la próxima Feria de Abril que, de alguna manera, habría servido de presentación del nuevo proyecto ganadero de uno de los genios contemporáneos de la crianza del toro bravo. No ha podido reunirse la corrida adecuada y habrá que esperar a mejor ocasión aunque el ganadero –mudado a Portugal- ya ha expresado su agradecimiento al torero y la empresa Pagés a través de su perfil de Twitter, esa red social convertida en inmensa mesa camilla del toreo que alumbra otras nuevas con el año que se estrena.

Y de muestra un botón: el gesto más madrugador en anunciarse ha sido el de Daniel Luque, que estoqueará seis toros de La Quinta en solitario el próximo 13 de agosto en el ruedo francés de Dax. El diestro de Gerena ha sabido jugar bien sus cartas, el escenario del acontecimiento y hasta la ganadería elegida para lanzar este órdago. Será la primera vez que un matador peche en solitario con los ‘grises’ de la familia Martínez Conradi, que se llevaron un buen porrón de premios del sudeste francés. Pero hay más: el propio Luque ha cimentado su resurrección taurina al norte de los Pirineos y fue uno de los toreros más destacados de la temporada gala. La apuesta, definitivamente, reivindica la vigencia de la sangre Santacoloma en un momento de especial sensibilidad en torno a la apertura de hierros y encastes. Todo encaja. Pues hay que darle la enhorabuena...

De las medallas de las Bellas Artes

Hay más noticias que comentar, como la clamorosa ausencia de las huestes del toreo en las nueva hornada de medallas de oro al mérito en las Bellas Artes. La lista de matadores y hombres del toro la había inaugurado Antonio Ordóñez en 1996. Aunque los franceses, una vez más, se habían adelantado concediéndole la preciada Legión de Honor un año antes. Desde entonces se han sucedido distintos nombres con dispar fortuna y hasta alguna devolución improcedente consagrando la presencia desacomplejada de la tauromaquia con el resto de actividades creativas premiadas por el ministerio de Cultura.

Nos queda un consuelo: el Gobierno ha replicado a Podemos que no tiene prevista la retirada del Premio Nacional de Tauromaquia. No le ha quedado más remedio que recordar a la formación morada que el ejecutivo tiene “la obligación legal” de garantizar la conservación de estos festejos taurinos porque “forman parte del patrimonio cultural digno de protección” en España. Otra cosa distinta sería prevaricar. Del llamado bono cultural, mejor ni hablamos.

Nos vamos ya, lamentando el recentísimo fallecimiento de Juan Manuel Albendea, veterano parlamentario popular, monárquico de hueso colorado y, sobre todo, un sincero aficionado taurino –llegó a cultivar la crítica taurina bajo el pseudónimo de Gonzalo Argote- que se batió el cobre en las bancadas del Congreso para defender la fiesta de los toros. Descanse en paz. Feliz año nuevo y buena temporada taurina.