Opinión

Juanmi Vega

El orgullo gay de las cofradías

Foto: EFE

Foto: EFE / Juanmi Vega

Resulta llamativa la vitola que tiene la ciudad de Sevilla, muchas veces falsa, de ciudad antigua. Sí, es cierto que somos muy inmovilistas en muchos aspectos. Nos cuesta un mundo hacer un cambio y le damos el carácter de “toda la vida” a algo que sólo lleva un par de años haciéndose repetidamente. ¿Recuerdan el mapping del Ayuntamiento?

La homofobia es otra pandemia que nos toca de lleno y deja víctimas mortales por el camino, el último Samuel. Pero no sólo ocurren estas cosas en Galicia, también en ciudades más modernas y cosmopolitas como Barcelona, Madrid o Valencia. ¿Por qué no suele ocurrir esto en Sevilla? Por las cofradías.

Sí. Puede resultar chocante que las hermandades, vetados ciertos cargos para personas que no tienen la condición sexual que dice la Iglesia, hayan contribuido a hacer de Sevilla una ciudad más justa e igualitaria.

Muchas de las personas que enriquecieron esta fiesta y que llegaron a convertirla en lo que es hoy eran homosexuales. Todos lo sabían y muchos lo respetaban. No ocurría nada y eso ayudó a normalizar esa situación.

Esta pandemia, como he dicho antes, se soluciona con educación y dándole un tratamiento de normalidad a algo que es tan normal y común como que dos personas se quieran, independientemente de su orientación, clase o condición.

Las hermandades de Sevilla han hecho muchísimo por la integración de todas las personas y en eso no nos puede igualar ninguna ciudad. Nuestro orgullo gay cofrade sale todos los años a la calle cuando ponemos en valor las incorporaciones que nos dejaron unos pioneros, que sufrieron las críticas y los comentarios despectivos de unos que terminaron callando cuando vieron esas obras.

Fueron y son muchos los que integran nuestras hermandades y gracias a esta unión, nuestra ciudad , Sevilla, tiene un color especial.

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