Demasiados protagonismos

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25 feb 2016 / 21:37 h - Actualizado: 25 feb 2016 / 21:06 h.
"Cofradías","Cuaresma"

En la Cuaresma del año pasado no salía de mi asombro cuando recibí un correo electrónico en el que me solicitaban fotografías, tanto de grupo como individuales, junto con una especie de currículum cofrade de todos y cada uno de los miembros de la junta de gobierno de la que formo parte. Al parecer, a un prestigioso medio de comunicación se le había ocurrido la extraordinaria idea de dar a conocer quiénes eran los que «gobernaban» nuestras cofradías. En aquel momento, no podía entender para qué podía servir esa información o a quién podía interesarle, y debo confesar que mi primera reacción fue de indignación. Desde mi punto de vista, un oficial de junta de gobierno no es alguien que tenga una categoría diferente a la del resto de hermanos de su corporación. En todo caso, su elección le confiere solo el honor y la responsabilidad de gestionar su hermandad siempre al servicio de la misma y de los hermanos que la componen, pero, en absoluto, puede considerarse merecedor de ningún status privilegiado. Por lo que esa «publicidad» gratuita estaba totalmente fuera de lugar. Este año un nuevo proyecto de similares características parece que se ha puesto en marcha, teniendo como protagonistas, esta vez, a los costaleros de nuestra ciudad. Imagino que algún avezado empresario habrá visto el filón de encasquetar el producto resultante a los chavales que hacen su estación de penitencia ocultos bajo el antifaz de los faldones del paso que llevan, restándole importancia de esta manera al obligado anonimato que exige la penitencia. En la sociedad de la información en la que vivimos, algunos de nuestros más arraigados principios cofrades se están sacrificando, poco a poco, en aras de un creciente protagonismo personal. En fin, no nos dejemos llevar por el abatimiento. Me consta que a nadie se le ocurrirá publicar ninguna fotografía o currículum cofrade de todos y cada uno de los nazarenos de Sevilla, aunque ellos sean, al fin y al cabo, los verdaderos protagonistas. ~