La Gazapera

El futuro de la Llave del Cante

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
18 jun 2022 / 10:22 h - Actualizado: 18 jun 2022 / 10:25 h.
"Flamenco","La Gazapera"
  • Manuel Vallejo.
    Manuel Vallejo.

Ningún particular, ni asociación podrían dar la Llave del Cante, en la actualidad en manos de Antonio Fernández Díaz Fosforito, porque la marca fue registrada por la Junta de Andalucía precisamente para que no fuera un cachondeo y se la pudieran dar a cualquiera. Recuerdo cuando un grupo de influyentes mairenistas pensaron en dársela a Manuel Mairena, el hermano menor de Antonio Mairena, una vez fallecido el gran maestro, que la recibió en Córdoba en 1962. El propio Manuel Mairena la pidió una noche en el Salón Tomisa, en su pueblo de Mairena del Alcor, diciendo que él era “el heredero”, como si el cante fuera una monarquía. Paco Vallecillo, célebre mairenista y primer asesor flamenco de la Junta de Andalucía, se encargó de que el trofeo fuera registrado por la Junta ante el temor de que pudiera caer, por ejemplo, en manos de Lebrijano o Morente. En realidad, quería que ya no se entregara más, que se enterrara con Antonio Mairena, porque eran muchos los que pensaban que fue el maestro de los Alcores quien le dio prestigio al galardón, a pesar de que en 1926 se le entregó al cantaor sevillano Manuel Vallejo en Madrid, que entonces sí que no tenía ninguna importancia, porque el primero en tenerla, Tomás el Nitri, la recibió en el siglo XIX de manos de unos admiradores. Ahora hay un movimiento a favor de que se le dé a Enrique Morente a título póstumo, como a Camarón en el 2000, con motivo del centenario del Concurso de Cante Jondo de Granada, pero parece que en la Junta no están por la labor, seguramente al no haber consenso, porque hay quienes lo ven bien y otros muchos piensan que sería un error. Mientras esté vivo el maestro Fosforito, al que la Junta se la dio en 2005, sería una barbaridad. Una vez que falte, porque nadie es eterno, se volverá a otorgar, aunque sé de buena tinta que la idea es que el galardón se convierta en una distinción que se pueda conceder cada año como se da el Princesa de Asturias, la Medalla del Trabajo o la de las Bellas Artes. Que no necesariamente tenga que ser a un intérprete del cante, sino que abarcara también al toque y el baile. Quizá fuese una buena solución para que se acaben las polémicas con la Llave del Cante, que comenzaron cuando se la dieron al Nitri y los seguidores de Silverio decían que si al sobrino del Fillo le habían dado la Llave, al maestro sevillano le tendrían que haber dado el llavero.