Los conjurados

Image
10 jun 2016 / 21:54 h - Actualizado: 10 jun 2016 / 21:54 h.
"What else?"

TAGS:

El 14 de junio se cumplen 30 años de la muerte de Borges. María Kodama dice que entró al gran mar, no usa la palabra muerte. Su último libro, Los conjurados, es de poesía, igual que el primero, Fervor de Buenos Aires. Dicta el prólogo de Los conjurados en Ginebra, «una de mis patrias», en enero del 85.

Bello como todos sus prólogos, habla de un hombre de ochenta y tantos años en quien a nadie puede maravillar que no abunde el primero de los elementos, el fuego. Dice sentirse tierra, cansada tierra. En el libro aparecen los lazos secretos que nos unen a la poesía, los mensajes que disfruta quien es capaz de descifrarlos, las pequeñas felicidades, el instante diario en el paraíso.

«No hay poeta, por mediocre que sea, que no haya escrito el mejor verso de la literatura, pero también los más desdichados. La belleza no es privilegio de unos cuantos nombres ilustres. Sería muy raro que este libro, que abarca unas cuarenta composiciones, no atesorara una sola línea secreta, digna de acompañarte hasta el fin». Siempre me ha fascinado su infinita esperanza poética, su fe en la síntesis. «He soñado la espada, cuyo mejor lugar es el verso».

No leía novelas, no le gustaban, decía que en algún momento aparecen lámparas y almohadoncitos, innecesarias descripciones. Escribía sus ficciones con intención poética, en la brevedad de un cuento donde cabe la esencia sin que sobren cuatrocientas páginas.

Hombre pacífico, sensible, divertido, enamorado del color de los tigres y los crepúsculos, sabio del laberinto y los peligrosos espejos.

Dice en el poema La larga busca que hay un animal invisible que todos buscamos y que nos busca, sabemos que no puede medirse ni contarse porque «las formas que lo suman son infinitas», un pájaro hecho de pájaros, una palabra o las letras de esa palabra, un libro anterior al árabe en que fue escrito.

No usaba la palabra búsqueda, no le gustaba, prefería la busca. Esas cuatro letras ausentes hablan de un invisible manual de literatura.

Feliz fin de semana. Hasta el sábado que viene.