Patrimonio andalusí

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21 ago 2017 / 20:33 h - Actualizado: 21 ago 2017 / 20:33 h.
"Hispalíneas"

Un día antes de que se produjeran los atentados terroristas de Barcelona, el presidente de la Diputación Provincial anunciaba que Sevilla tendría su ruta turística de Patrimonio Islámico. El caso es que el acto en el que se dio la noticia las protagonistas habían sido las islas del Guadalquivir, con una buena promoción aprovechando el tirón de la película La Isla Mínima pero el titular se lo llevó esa ruta para la que usó el tiempo potencial del verbo tener dado que ni siquiera está enjaretada porque, desgraciadamente, lo islámico se ha convertido en un adjetivo con negra notoriedad donde uno de los argumentos esgrimidos por los promotores del terrorismo islamista para justificar la siembra de terror es su derecho a recuperar España como herederos de su pasado musulmán.

Desde hace tiempo, el devenir histórico no se mide por períodos religiosos sino por etapas que toman sus nombres de la geografía, la política, la economía o la cultura y el que abarcaría la proyectada ruta turística tiene el suyo. Igual que el de esos siglos en el norte de España y los países centroeuropeos se llama románico o gótico, el del nuestro (más el de media Extremadura, Toledo, Murcia, Zaragoza, Valencia...) tendría que ser llamado andalusí o, si no existieran estos descerebrados, hispano-árabe, nunca patrimonio musulmán. El único patrimonio musulmán de Sevilla es ese sucedáneo de mezquita con el que, por intolerancia social, han de conformarse nuestros mahometanos y que, en estos días ha sido agredido por el spray y el odio de gente tan intolerante como los islamistas.