Poesía y Seguridad Social

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15 ene 2016 / 23:08 h - Actualizado: 15 ene 2016 / 23:08 h.
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Pocos poetas han recibido el premio Cervantes, no sé si llegan a 15 y uno de ellos, Antonio Gamoneda, premiado en 2006, tiene problemas con Hacienda y la Seguridad Social, igual que todos los escritores jubilados, por cobrar su pensión y sus derechos de autor.

Tomo el nombre de Gamoneda como símbolo del autor que sigue escribiendo, aportando a la cultura, al oficio poético y a la literatura aunque esté jubilado, una persona que dedica su vida a escribir pero tiene el problema de cumplir años y continuar su obra.

Al Gobierno le da igual que sea un gran poeta, un referente de la poesía contemporánea, un maestro y le ofrece tres opciones: Escribe usted gratis, renuncia a la pensión o deja usted de escribir. Por muy Cervantes que sea.

A Hacienda le viene bien que siga con su actividad poética para ingresar impuestos de premios, conferencias y derechos de autor pero la Seguridad Social quiere que deje de cobrar su pensión y exige que el poeta demuestre que los ingresos de derechos de autor no se generan por su actividad habitual que, por supuesto, es la de autor. Si el poeta no puede demostrar que ha dedicado su vida a otra cosa, es culpable.

¿Cómo se le ocurre a un poeta jubilado seguir escribiendo y cobrar, además, derechos de autor? Distinto es si, en vez de ser poeta, el jubilado tiene acciones en bolsa o ingresa beneficios de una empresa. En ese caso, no hay problema, puede cobrar la pensión y los otros dineros sin pagar multas ni dejar de ser accionista o empresario. Lo que no puede es escribir poesía, recibir sus derechos de autor y cobrar la jubilación porque eso es una ilegalidad.

Otra opción que le da el Gobierno al poeta es morirse. Entonces, sus herederos cobrarán el total de su jubilación y los derechos de autor que la obra del muerto genere, como mandan las leyes.

«Yo tendré que dejar de escribir, porque, con lo que gano con mi escritura, no puedo vivir» es la decisión de Gamoneda.

Matan al poeta por las tres monedas del derecho de autor y que el jubilado viva mudo y manco. Ya habrá tiempo de conmemorarlo. De vez en cuando, que la Cultura gasta mucho papel y hay que seguir recortando.

Buen fin de semana. Hasta el sábado que viene.