Si las encuestas se acercan, más o menos, a la realidad, esta repetición de elecciones se volverá a convertir en un tormento absoluto.
El PSOE mantiene sus posibilidades de ganar aunque no suma escaños suficientes. Ni para gobernar en solitario, ni con el apoyo de C´s o el de Unidas Podemos y Más País. El PP recupera terreno perdido (todo el que pierde el partido liderado por Albert Rivera que se coloca en territorios de irrelevancia política), Vox afianza su posición o la mejora levemente y el resto del mapa electoral sigue siendo muy parecido. Es decir, todo sigue igual. La aritmética parlamentaria continuará siendo un escollo insalvable para Pedro Sánchez.
Hace unos meses las miradas se centraban en un posible apoyo de C´s a Pedro Sánchez que nunca llegó. En unas semanas, ese mismo interés se fijará en el apoyo de Pablo Casado al Presidente en funciones actual. Será necesario un pacto de investidura, un pacto de legislatura o apoyos concretos en materias determinadas. Si se produce alguno de esos apoyos el Gobierno de Sánchez estará a expensas de los movimientos de su máximo rival político.
La posibilidad de un Gobierno de coalición entre PP y PSOE suena a disparate o a ciencia ficción. Pero es, con los datos de las encuestas en la mano, la única solución posible en la actualidad.
El caso es que la parálisis del país ya está pasando factura en la economía nacional y en la de las Comunidades Autónomas. No parece que la solución llegue con esta repetición de elecciones. Tal vez, solo vayamos hasta el borde del precipicio que supondría una tercera repetición electoral. Esperemos que los líderes de los principales partidos políticos españoles sepan estar a la altura de las circunstancias y sepan detener un desastre que España resistiría con serias dificultades.