El eterno problema de las pensiones

Uno de los problemas socioeconómicos más relevante que soporta España desde hace años es el deficiente sistema público de pensiones y la incapacidad de los políticos para resolver los problemas que se están ocasionando y crecen peligrosamente.

El último fracaso de las negociaciones en el marco del Pacto de Toledo se produjo en febrero de 2019. En ese momento, dentro de Unidas Podemos se oponían a un acuerdo aduciendo a que ellos buscaban soluciones distintas a las propuestas y que en su programa de máximos estaba claro que no cabía posibilidad alguna de aceptar retrasos en la edad de jubilación ni una revalorización mínima como la que se fijó en la reforma de 2013. Ahora, Unidas Podemos forma parte del Gobierno y sus líderes se ven obligados a buscar acuerdos amplios en los que otras fuerzas políticas (el mayor número posible de ellas) se vean involucradas.

La situación económica es delicada y las tasas de paro se dibujan insoportables. El Banco de España vuelve a señalar problemas que se arrastran y pueden terminar siendo una lacra definitiva para el sistema público de pensiones. Se recurre mucho a la jubilación anticipada y; dado que, por fortuna, la esperanza de vida de los españoles va en aumento; lo cobrado por el pensionista alcanza casi el 75 por ciento de lo cotizado en la vida laboral.

Es preciso, casi esencial, que dentro del marco del Pacto de Toledo, se acuerde todo lo necesario para que la viabilidad del sistema público de pensiones no sea una utopía. Dadas las circunstancias actuales, todo el sistema económico puede empeorar y, por extensión, el sistema de pensiones puede correr peligro. Los políticos españoles deben hacer un esfuerzo y pensar en el futuro de los pensionistas españoles y no solo en las siguientes elecciones.