Las pensiones de los españoles y las presiones de Pablo Iglesias

Los políticos suelen prometer cosas que, más tarde, son casi imposibles de conseguir. Cada promesa se suele convertir en un puñado de votos cautivos y si se trata de las pensiones de los españoles, el desbarajuste de promesas, frases redondas y vacías, o de discursos que rodean el problema sin afrontarlo, se hace insoportable. El sistema público de pensiones no es viable a medio y largo plazo. Esto es algo que ya se sabe desde hace décadas y nadie parece querer afrontar el problema. Ni las derechas ni las izquierdas. En este asunto; como al tratar el salario mínimo, la prohibición de los desahucios, los cortes de agua y luz o el ingreso mínimo vital; Pablo Iglesias sigue forzando la máquina desde un populismo inaceptable y lacrimógeno. El Gobierno tiene la obligación de resolver problemas, sin duda; pero ni a cualquier precio ni generando, a cambio, algunos mayores.

José Luis Escrivá irá a Bruselas anunciando la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones hasta los 35 años para ahorrar 25.000 millones de euros al año. Hay que recordar que la prohibición de la jubilación forzosa para alargar la vida laboral y el tiempo de contribución fue la que levantó Pedro Sánchez al iniciar su primera legislatura. Ahora, en Bruselas se le indica el camino contrario a cambio de fondos.

El Gobierno de España tiene que enfrentar que la realidad está muy alejada de algunas promesas que los políticos hacen de forma irresponsable. Y Pedro Sánchez debería saber que la presión a la que somete Pablo Iglesias al conjunto del Gobierno no puede dar como resultado nada bueno y de ninguna de las maneras posibles.