Pedro Sánchez y Pablo Casado ante la oportunidad de hacer algo bien

El próximo mes de diciembre se cumplen dos años desde que el mandato del Consejo General del Poder Judicial venciera. Es mucho tiempo, demasiado como para que un órgano como este, que gobierna el estamento judicial, siga sin renovarse. Hay que recordar que los vocales del CGPJ nombran jueces, los ascienden y aplican el régimen disciplinario, entre otros asuntos. No es cualquier cosa. De hecho, para su reforma se necesita que tres quintos del Parlamento esté de acuerdo en hacerlo. Y, de hecho, siempre es uno de los motivos de desacuerdo entre Gobierno y Oposición.

Parece que Pedro Sánchez y Pablo Casado pueden llegar a un acuerdo de forma inminente. Sin que PSOE y PP estén en sintonía es imposible que el periodo de prórroga acabe.

Es necesario y muy saludable que este acuerdo sea el necesario para que, de una vez por todas, el Consejo General del Poder Judicial pierda su carga política e ideológica. La Justicia ha de ser independiente y ha de parecerlo. La estética en este asunto comienza a ser de vital importancia cuando desde diferentes sectores se pone en duda que la separación de poderes sea real en España.

Sánchez y Casado tienen la oportunidad de hacer las cosas bien. Ya veremos si es así o vuelven a perder la oportunidad de demostrar que pueden estar al frente del Gobierno y de la Oposición aportando la sensación de seguridad entre la ciudadanía.