Un tsunami que puede acabar con Casado

Un enorme barullo se ha desatado en la política española. Demasiado ruido, demasiado humo que impide ver mucho más allá de lo inmediato, demasiada táctica inexplicable en un primer momento. En plena pandemia y con una crisis económica y social acechando y a punto de presentarse en su forma más brutal, los políticos españoles siguen a lo suyo. Lo único que importa es su cargo, su escaño y las subvenciones que llegan del Estado gracias al número de representantes que se sumen en los diferentes parlamentos. Una auténtica anomalía democrática.

Habrá que esperar para saber cómo acaba todo esto puesto que ya hemos conocido el arranque aunque nadie es capaz de medir el alcance de estos primeros movimientos. Solo hay una cosa clara: si Casado no reacciona será apartado en muy poco tiempo. Alguien de su propio partido (Ayuso con toda seguridad) o algún político de Vox encabezarán un movimiento de la derecha española tan necesario como esperado. Un movimiento esperado porque España necesita una derecha compensada, con altura de miras, sentido de Estado, y llena de sensatez. Un movimiento esperado porque es necesario que la política española deje la mediocridad abandonada.

Por otra parte, cabe destacar que el voto de los españoles tiene poco valor para aquellos con son elegidos con él. Y, lamentablemente, no se puede hacer distinción alguna. Si Pedro Sánchez llegó a La Moncloa utilizando votos que repugnaban a la mitad de los españoles (incluidos muchos de sus votantes) Ayuso o el mismo Juanma Moreno Bonilla tuvieron que pactar con Vox para formar sus Gobiernos.

Es una lástima lo que está ocurriendo en España.