Una decisión casi obligada

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04 ago 2020 / 01:22 h - Actualizado: 04 ago 2020 / 01:57 h.
"Monarquía","Editorial","Rey Juan Carlos","Rey Felipe VI"
  • Fotografía: EFE
    Fotografía: EFE

El Rey emérito ha abandonado España. Así lo comunicó, a través de una carta, a su hijo, el Rey Felipe VI. Con ello ha logrado algunas positivas. No ha obligado al actual monarca a tomar una decisión que hubiera resultado mucho más dura y humillante. Y, por otra parte, la decisión del Rey emérito puede servir de salvavidas para nuestra Constitución y para la Corona.

La separación definitiva de Juan Carlos I era obligada. Sus asuntos privados no podían estar por encima de la institución, los errores cometidos no podían afectar a la impecable labor que está llevando a cabo Felipe VI (esos errores tendrán que demostrarse y no hay que olvidar que la presunción de inocencia no puede violarse de ninguna de las maneras).

Ayer fue un día triste aunque, también, se convertía en una clara posibilidad de escribir la historia con la dignidad que aporta una Corona por encima de las personas, de sus errores o sus aciertos.

Este era el último capítulo de un relato que estaba escrito desde hace tiempo. El pasado 15 de marzo, Felipe VI retiraba la asignación que recibía el Rey Juan Carlos de los Presupuestos de la Casa del Rey y renunciaba a cualquier herencia que tuviera que ver con los fondos que el Rey Emérito pudiera tener en el extranjero. A partir de ese momento todo era cuestión de tiempo. Y, finalmente, Juan Carlos I desaparece por la puerta trasera. Una lástima puesto que toda la labor que realizó de forma ejemplar queda empañada. Un final muy deprimente, muy gris.

Llega todo esto en un momento verdaderamente delicado para España. La pandemia tiene contra las cuerdas nuestra forma de vida, la crisis económica no puede compararse con nada que haya ocurrido anteriormente en el mundo, y ahora se suma una crisis institucional que desestabiliza por completo un país herido y renqueante. Habrá que esperar que los políticos sean prudentes en sus manifestaciones y en sus reclamaciones políticas.