De las inundaciones del Tamarguillo a la Sevilla cofrade: el Cicus rescata la mirada fotográfica de Jesús Martín Cartaya

Jesús Martín Cartaya es un fotógrafo sevillano que puso su mirada en la Sevilla más popular de la segunda mitad del siglo XX. La Sevilla de la Semana Santa, los oficios tradicionales, los ambientes festivos y la arquitectura histórica. Sin embargo, aunque nunca se dedicó plenamente a ser fotoperiodista, se ganó el respeto de sus mentores y padres del fotoperiodismo sevillano con reportajes como el que llevó a cabo durante la Operación Clavel en 1961, una campaña de auxilio a los damnificados por las inundaciones que tuvieron lugar en Sevilla por el desbordamiento del arroyo Tamarguillo, afluente del Guadalquivir.

Este miércoles 20 de noviembre a las 12 del mediodía se inaugura la exposición Sevilla: Miradas. Jesús Martín Cartaya en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), en la calle Madre de Dios, número 1, para mostrar 121 fotografías en blanco y negro del autor.

De lunes a viernes de 11 de la mañana a 20 de la tarde, esta exposición gratuita -pero con previa reserva- acoge piezas que pertenecen al fondo fotográfico de la Universidad de Sevilla hasta el próximo 20 de diciembre.

Martín Cartaya, que compaginó su pasión con su profesión como comercial de ropa de caballero en Almacenes Santos, Floma y Cortefiel, empezó a revelar fotografías a los 15 años. Sin embargo, en esta muestra se podrán observar carretes que van del 1958 hasta la primera década de los 2000, cuando comienza a usar las modernas cámaras digitales.

La mirada del fotógrafo

El fondo fotográfico del fotoperiodista fue donado a la Universidad de Sevilla en abril de 2022, contabilizándose en esta primera fase unas 26.329 fotografías en película de color y blanco y negro, de las cuales se han digitalizado más de 12.000. No obstante, esta entrega es en realidad una pequeña parte de la hemeroteca fotográfica que Martín Cartaya custodia en su casa, organizado por temáticas y subtemáticas de manera que podía, en caso de recibir un encargo, acceder rápidamente a las fotografías.

Su tema predilecto, la Semana Santa, es un archivo muy amplio que está organizado por los días que van desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. Su intención por registrar la memoria sevillana se plasma en esta frase de Martín Carataya: “Un carrete de fotografía tiene 36 fotografías y yo en un día de Semana Santa disparaba unos 25 carretes”.

Su muestra habla de eventos y municipios como Alcalá de Guadaíra, Villanueva del Ariscal, Almonte y el Rocío, Barbate, Granada, Huelva, entre muchos otros. En cuanto a la ciudad de Sevilla, se centra en la vida de las Hermandades y Cofradías, organismos como el Ayuntamiento de Sevilla y del Ateneo, así como la plasmación de oficios tradicionales, talleres de estores, pintores, bordadoras, y, muy especialmente, la Semana Santa.

Fuera de Andalucía y de España, Martín Cartaya ha plasmado en sus negativos la vida cotidiana y los monumentos de Las Hurdes, Italia y Tierra Santa, entre otros.

Un carrete de fotografía tiene 36 fotografías y yo en un día de Semana Santa disparaba unos 25 carretes

Jesús Martín Cartaya

— Fotoperiodista

En cuanto al estilo y técnica del artista, el fotoperiodista dijo: "A mí me gustan las fotografías en blanco y negro. Los valores que tienen los tonos de los blancos y los negros, no lo tiene el color”.

En el fondo donado a la Universidad de Sevilla, al Laboratorio de Patrimonio, se está llevando a cabo una labor de organización, catalogación, digitalización y conservación preventiva, para conservar y difundir este fondo fotográfico, que muestra cómo era Sevilla, su evolución, su paisaje, sus habitantes y sus costumbres.

Una formación entre fotoperiodistas

Su fotografía bebe de los fotorreporteros locales del siglo XX por la influencia que tuvieron en su formación, además de seguir la idea del instante decisivo de Cartier Bresson.

Cuando cumplió 15 años, su padre le regaló su primera cámara, una Kodak de fuelle, y ello gracias a la recomendación del fotoperiodista Juan José Serrano Gómez, con el que el padre tenía una gran amistad. Fue entonces cuando Martín Cartaya comenzó a fotografiar el río Guadalquivir y el barrio de Triana.

De esta manera, y gracias a los consejos de Serrano, aprendió a revelar negativos, además de otras labores propias de la técnica de la fotografía. En su juventud acompañó a otros fotoperiodistas famosos como Luis Arenas Ladislao, además del mismo Serrano, ganándose el respeto de estos referentes del fotoperiodismo con la realización de reportajes, como el de la recordada Operación Clavel.