El embalse de Melonares no tenía tanta agua como ahora desde hace más de cuatro años

Las últimas lluvias de este otoño, sumadas a las de Semana Santa, han cambiado de manera radical la situación de los embalses que dan suministro a Sevilla. Entre ellos, destaca el de Melonares, que se encuentra a fecha de este lunes al 94,2% de volumen de su capacidad, y está cada vez más cerca de tener que desaguar si siguen ciclos continuados de inestabilidad meteorológica en las próximas semanas.

Esta circunstancia ha traído consigo que el embalse -uno de los que abastecen a Sevilla capital, junto con los de Aracena, Zufre, Minilla, Gergal y Cala- se encuentre a un volumen de agua embalsada que no vivía desde hace muchos meses, más de 50 en total.

Según han confirmado fuentes de Emasesa a este periódico, la última fecha en la que Melonares -situada entre los términos municipales de Castilblanco de los Arroyos y El Pedroso- alcanzó estos registros fue el 1 de junio de 2020. "Desde esta fecha su tendencia ha sido descendente hasta este 2024 en que se han producido dos periodos de aportaciones importantes, uno entre enero y abril de este año y otro desde inicios de este mes de octubre", han señalado las mismas fuentes.

Melonares es el mayor y el último de los embalses construidos. Cuenta con una capacidad de 185,6 hm3 y una capacidad de regulación anual de 34 hm³. Entró en servicio en 2018 y dispone de una cuenca receptora con una superficie de 558 km². El embalse está conectado con el sistema de Abastecimiento de Sevilla a través del Canal de Riego del Viar y tiene conducción propia, interconectada a la conducción Gergal-Carambolo.

El Gergal, desembalsando

Además, el Gergal, situado en la localidad de Guillena, ha tenido que desembalsar estos días. El concepto desembalse, según explican desde Emasesa, incluye tanto el volumen de agua aliviado por desagües de fondo, algo que se hace abriendo las compuertas al efecto como aquellos volúmenes que se desaguan por el aliviadero (en el caso de Gergal es un aliviadero de labio fijo, por tanto, no dispone de compuertas). Estos episodios de alivio en Gergal se producen "cuando el embalse llega a su nivel máximo debido a las aportaciones que tiene por la lluvia en su cuenca o por la suelta de agua desde otros embalses aguas arriba".

En este contexto, el último episodio de desembalse por aliviadero del Gergal se produjo entre finales del mes de marzo y mediados de abril de 2024. Adicionalmente a este desembalse por aliviadero, también se abrieron los desagües de fondo entre el 1 y el 6 de abril, aseguran las fuentes, quienes indican que, en el episodio de lluvia de este mes de noviembre, "se han abierto los desagües de fondo en dos ocasiones y actualmente se está desembalsando por aliviadero".

¿Cómo funciona el sistema de embalses que dan suministro a Sevilla?

En cuanto a si hay alguna presa que pueda ser reflejo del agua embalsada con la que cuenta Sevilla, "no se puede utilizar un único embalse como indicador del volumen total de todos ellos, porque, aunque es cierto que al final el agua tiene el mismo destino, cada uno de ellos tiene una función".

De este modo, explican fuentes de Emasesa, el agua no se puede captar de manera independiente de cada uno de ellos, "sólo podemos conducir el agua a Carambolo desde Minilla por un canal o desde Gergal y Melonares por una conducción forzada".

Así, los embalses de Aracena y Zufre funcionarían como las reservas de Minilla y Gergal para realizar la captación del agua hacia la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP). "En definitiva, el volumen almacenado es un todo del sistema completo y en función de cómo evoluciona el año hidrológico interesa tener el agua en uno u otro embalse". Actualmente, el volumen almacenado total supone un 64% de la capacidad total de embalse, una cifra que no se alcanzaba desde el pasado mes de junio.