Bares

El flamenquín XXL que fascina a los sevillanos está a los pies de la Plaza de San Andrés

Este emblemático local también es conocido por sus tortillas de patata, catalogadas como una de las mejores de la ciudad

Media ración del flamenquín del Bar Santa Marta, en la Plaza de San Andrés.

Media ración del flamenquín del Bar Santa Marta, en la Plaza de San Andrés. / El Correo

Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

Bien de rebozado, filetes de cerdo y jamón ibérico, un jugoso queso derretido y unas dimensiones que no dejan indiferente a nadie. Así es el famoso flamenquín casero XXL con cerca de 600 gramos de peso que se sirve a los pies de la Plaza de San Andrés, en el corazón del casco antiguo de Sevilla.

La receta es simple pero, no por ello el éxito de este bar tiene menos valor, pues han conseguido encandilar a los sevillanos de generación en generación a base de una carta casera y tradicional.

Flamenquín del Bar Santa Marta, en la Plaza de San Andrés.

Flamenquín del Bar Santa Marta, en la Plaza de San Andrés. / El Correo

Este local que se ubica en la calle Angostillo y reúne a vecinos por la mañana, al mediodía y por la noche se llama Santa Marta. Desde 1975 es uno de los rincones predilectos para deleitarse con algunos de los platos típicos de la cocina andaluza y un clásico para los residentes en la capital hispalense.

La fama de este bar es consecuencia de su famoso flamenquín, pero también de la tortilla de patata, los garbanzos y cualquier tipo de bocadillo para el desayuno.

Cuarenta tortillas al día

Uno de los platos más tradicionales de la cocina española es la tortilla de patata y aquí, según los sevillanos, la bordan. Cada día salen por lo menos 40 tortillas caseras y calientes de la cocina del Santa Marta.

La paciencia es un ingrediente estrella, pero también su punto así como el aceite con D.O. Estepa, las patatas y los huevos, que son de primera calidad. Por ello, en este bar preparan la tortilla clásica, sin aditivos ni rellenos de ningún tipo, ni siquiera la socorrida cebolla.

Tapa de tortilla de patata del Bar Santa Marta, en la Plaza de San Andrés.

Tapa de tortilla de patata del Bar Santa Marta, en la Plaza de San Andrés. / El Correo

Este plato triunfa tanto que se sirve en formato de pincho y de tapa, cortadas en cuña y con raciones generosas. Y para los más impacientes, también es posible encontrarla a primera hora de la mañana entre dos rebanadas de pan.

Una carta sin pretensiones

La carta del Bar Santa Marta no tiene pretensiones pero sí muchos admiradores. Tantos, que las mesas del local se llenan cada mediodía con una oferta de menú buena y con un precio competitivo.

Además del flamenquín y la tortilla de patatas destacan tapas como los garbanzos con espinacas y la ensaladilla. No obstante, el primo hermano del flamenquín, el conocido San Jacobo, también tiene un séquito de fieles seguidores que lo piden continuamente. "¡Dame dos tapitas de paella!", y "¡Un flamenquín!", son la bandera sonora del local, fiel a su propuesta gastronómica.

Tapa de arroz negro del Bar Santa Marta en la Plaza de San Andrés.

Tapa de arroz negro del Bar Santa Marta en la Plaza de San Andrés. / El Correo

Aunque las lagrimitas de solomillo empanadas con patatas fritas y un buen cucharón de mayonesa no está en su top 3 del ranking de platos más demandados, también encantan a los comensales. Y lo mismo sucede con el solomillo al whisky, las croquetas caseras, los chipirones y el arroz negro, platos a los que la gente no duda en fotografiar nada más llegan a la mesa.

Los fogones de los hermanos Caro

Al frente de este local con casi 50 años de antigüedad están los hermanos Charo y Rafael Caro, a quienes acompañan una legión de camareros atentos y rápidos. Su local tiene dos espacios interiores diferenciados: la zona de barra -bastante amplia- y mesas altas, y un pequeño comedor.

Fuera cuenta con una de las terrazas más demandadas, justo frente a la parroquia de San Andrés, una entrañable plaza transitada y un claro ejemplo de la vida residencial del casco antiguo de Sevilla. Cabe destacar que, tanto en el interior como en el exterior la propuesta de platos y raciones es la misma.

Este emblemático local ubicado en una de las zonas más entrañables de la ciudad recibe todos los días a decenas de vecinos y visitantes que buscan desconectar con una buena ración de comida casera a la sombra de los naranjos.

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