Estos son los cinco pueblos más frescos de Sevilla donde refugiarse del calor

Si algo distingue a Sevilla durante la temporada de verano son las temperaturas abrasantes. Los 40 grados no pillan por sorpresa a los sevillanos durante los meses de junio, julio y agosto. Las olas de calor son “el pan de cada día”. Sin embargo, existen algunos puntos dentro de la provincia ideales para huir de la sofocante flama. 

Este martes 17 de julio, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) decretó una nueva alerta por ola de calor. Se espera que durante los próximos días, el anticiclón procedente de Argelia deje en el Valle del Guadalquivir temperaturas en torno a los 42 y 44 grados. En la capital hispalense, la temperatura más alta se va a registrar el viernes, pudiendo llegar a alcanzar los 41 grados. 

Muchas familias optan por escapar a la costa para combatir las altas temperaturas de la ciudad.  Cómo opción alternativa, os dejamos una guía de posibles destinos dentro de la provincia que destacan por  su interés turístico y en los que el calor se hace más llevadero. Estas son las cinco localidades sevillanas más frescas que no te puedes perder: 

Alanís

El pueblo de Alanís, con casi 1.700 habitantes, se encuentra inmerso en el paisaje natural de la Sierra Norte de Sevilla y limita con Extremadura. Su castillo y su Iglesia principal, la de Nuestra Señora de la Nieves hacen que los visitantes se sumerjan en un entorno rural propio de la época medieval.

Alanís es un destino ideal para amenizar el calor. Allí en plena sierra se halla uno de los lugares más encantadores de la zona: una piscina natural dentro de una cueva.

San Nicolás del Puerto

En el corazón de la Sierra Norte de Sevilla, a una hora y veinte de la capital, se encuentra el municipio de San Nicolás del Puerto. Este pequeño pueblo de casi 600 habitantes, combina la arquitectura tradicional con la naturaleza propia de la zona. Entre sus edificaciones destacan: el puente romano, uno de los más antiguos de la provincia; y la Iglesia de San Sebastián, cuyo origen se remonta a los siglos XV y XIV. 

Próximo al puente romano se ha habilitado una playa artificial para refrescarse en las jornadas veraniegas. Si algo distingue a este pueblo son los paisajes naturales que combinan agua, dehesas y bosques de pinos, alcornoques y encinas. La rivera del Huéznar, a su paso por el municipio deja paisajes de cuento. Aunque está prohibido el baño, las cascadas del Huéznar hacen del pueblo un espacio ideal para huir del calor y disfrutar del entorno rural y natural sevillano. En sus proximidades se encuentra también el Cerro de Hierro, un entorno montañoso y rocoso que salvaguarda los restos de un antiguo asentamiento.

Constantina

En el centro de la Serranía Norte de Sevilla se halla la localidad de Constantina. A casi 90 kilometro de la capital hispalense, puedes descubrir un pueblo de armoniosas casas blancas. La historia señala a los celtas como los fundadores de la ciudad. El pueblo durante el periodo de Al-Ándalus adquirió gran influencia musulmana que se combina con arquitectura medieval. Constantina goza de temperaturas más suaves durante el verano. Su variada gastronomía, su clímax más moderado y su entorno rural y natural hacen de Constantina un destino turístico recomendable para estas fechas.

Cazalla de la Sierra

Cazalla de la Sierra es otro de los tesoros de la Sierra Norte de Sevilla. El municipio que colinda con la comunidad extremeña no solo destaca por sus chacinas, vinos y aguardiente; también lo hace por ser uno de los más frescos de la provincia. Las temperaturas en estos días descienden allí casi 5 grados en comparación con la capital.

En su término transcurre la ribera del Huéznar y se encuentra el Pantano de Pintado, con zonas de comedores. El baño no está prohibido, pero se aconseja precaución, ya que es un lugar con desniveles y gran profundidad. Otra zona habilitada para el baño es Isla Margarita, un espacio de uso recreativo en pleno paraje natural.

Guadalcanal

En el recorrido por la Sierra Norte de Sevilla es de obligatorio paso visitar el pueblo de Guadalcanal. Los restos de muralla y del castillo transportan al turista a la época medieval. El pueblo es una zona tranquila durante el verano. El calor se hace más liviano debido a la proximidad de la vegetación y arroyos de esta zona de medias montañas.