La irrupción de One Toro condena el canal taurino de Movistar

La aparición fulgurante de la nueva plataforma de streaming ha revolucionado el cotarro taurino. Mientras suma nuevas ferias, el futuro del antiguo Plus empieza a ser sombrío...

Álvaro R. del Moral

La semana taurina que se fue estuvo sacudida por dos noticias principales: la sentencia del Supremo que desestima la exclusión de la tauromaquia del llamado bono cultural del muy bailón ministro Iceta y la revolución de One Toro –un melón por calar aún- que no para de engordar su cartera de derechos de retransmisión de las distintas ferias del calendario taurino. Por ahí hay que tirar primero: la cosa empezó por Madrid y Valencia desde julio y ya hablan de Huelva, Mérida... pero el bombazo definitivo –y la puntilla para otros- sólo podía ser la Feria de Abril de Sevilla.

Era una fruta madura en la que también pesaban los escombros de las últimas negociaciones entre la empresa Pagés y los responsables de Movistar Plus, que llevaron al límite de lo razonable la emisión de la pasada Feria de San Miguel, firmada en el último minuto. Roto el monopolio, Ramón Valencia podía aguardar sentado. No es un secreto que les estaba esperando... En una reciente información aparecida en El Independiente se hablaba de los nubarrones que se cernían sobre Movistar –el cierre podría estar ya más que acordado- además de cierto “malestar” en el seno de la plataforma por las presuntas formas de Rafael García Garrido, empresario de Las Ventas, y el letrado Joaquín Moeckel por parte de los Pagés. Hay que advertir que el malestar era previo por la parte contraria...

Poco a poco se van conociendo muchos nombres: del equipo técnico, de los comentaristas, de los que pululan en la trastienda. Se ha hablado del tal Moritz Roever, CEO de One Toros y una de las almas del Club Taurino de Munich. En esta inmersión taurina y social le debe mucho al matador de toros Eduardo Dávila Miura que le incluyó en el núcleo duro del Club de los Aficionados Prácticos hace más de una década. En esas órbitas conoció a otro prócer patrio, Ignacio Díaz de la Cortina, que hace algunos años se movía en no pocos cenáculos de la joven sociedad hispalense que ya apunta al medio siglo. Es el que –dicen- se ha sentado con el letrado baratillero Joaquín Moeckel a negociar los términos del contrato de la emisión de los festejos maestrantes. El puntillazo ya era definitivo.

En esa tesitura, el papel del antiguo Plus queda en entredicho. Sin ferias que televisar, su existencia no es que quede comprometida; es que ya carece de todo sentido. La desbandada de abonados es una certeza irremediable. One Toro, o Mundotoro TV, ha ejercido el papel del Gatopardo: vamos a cambiarlo todo para que todo siga igual... Vienen a por todas y no van de farol; están apostando fuerte.

Se habla de tarifas competitivas, de no sé cuántas ferias y acontecimientos comprometidos... pero la grey torera –de plata o de oro- no tiene aún noticia alguna del espinoso asunto de los famosos derechos de imagen. Podrían dar algún quebradero de cabeza antes del comienzo de las emisiones aunque todo el mundo acabará poniéndose en fila. Eso sí, ni una palabra aún del proceso de inscripción, de los precios o procedimientos. Mientras tanto, el bávaro y su socio sevillano siguen firmando ferias y corridas con efecto dominó ¿Adios a Movistar? El enterrador del poblado ya ha salido con el metro. Ya lo decía Bigote Arrocet: Piticlín, piticlín...

Bono cultural: la sentencia del Supremo

La movida catódica –o digital- ha competido con la trascendencia de esa sentencia del supremo que desestima la exclusión de los toros de la oferta de ese bono cultural que riega a los jóvenes con un puñado de euros para satisfacer sus aficiones. Lo de la pasta para la chavalería es discutible pero o todos o ninguno. Y es que la sentencia tiene un valor incalculable al consagrar la dimensión cultural del hecho taurino, uniéndose a otras medidas proteccionistas –con la ley 18/2013 a la cabeza- que han servido para revocar otros ataques injustificados. La tauromaquia debe ser protegida y promovida por las administraciones. Lo contrario es prevaricar...

Iceta –rectificando, que es gerundio- ya ha anunciado que los toros estarán en el famoso bono. Bien está lo que bien acaba pero si hay una de cal, también tenemos de arena. El Congreso de los Diputados también dio luz verde en la semana que se fue a ese texto aberrante –la imposición de una minoría discutible sobre el sentido común de casi todos- que se llama Ley de Bienestar Animal. El próximo presidente del gobierno, si no sigue comprando toda la mercancía averiada que le presentan, debería incluirla en una larga lista de derogaciones. Apuesten a que no...

Con los carteles a punto de salir

Y nos vamos ya, en el inicio de una intensa semana de parafernalia taurina pródiga en charlas, premios y actos culturales que girará en torno a la ansiada presentación de los carteles de la temporada sevillana que, hoy por hoy, se parecen como un huevo a una castaña a los que se aventaron hace un par de semanas. Escaman algunas ausencias y hasta inquietan algunas presencias que, a estas alturas, nadie había pedido. Pero no vamos a hablar una coma del particular hasta que las combinaciones de toros y toreros se hayan presentado oficialmente. Visto lo visto, el encaje de algunos actores de la Feria de Abril estaba bastante lejos de lo publicado.

Hay nombres que entran, otros que salen, desilusiones inesperadas y las habituales concesiones a la fontanería taurina que operan como mero relleno. Pero ya estamos hablando más de la cuenta cuando habíamos prometido lo contrario... Las combinaciones de toros y toreros se conocerán, previsiblemente, el próximo jueves en el manido acto del Salón de los Carteles de la plaza de la Maestranza. Será el momento de ponerse a analizar a los que están, los que faltan y hasta los que sobran. Pues hasta entonces nos emplazamos.

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