Daniel Luque y Ginés Marín reabren el calendario taurino en la provincia de Sevilla

La cita tuvo aire de reencuentro. Rosana González había reabierto el hotel Colón puntualmente, apenas unas horas, para acoger este acto que sirvió para reencontrar muchos rostros conocidos y reanudar el hilo interrumpido el año pasado por efectos de la pandemia. Los estamentos del toreo y la prensa especializada habían sido convocados para presentar una corrida atípica para un Domingo de Ramos diferente que no tendrá cofradías en las calles pero sí podrá contar con toros. Será en Morón, el próximo 28 de marzo, enfrentando en mano a mano al diestro sevillano Daniel Luque y al pacense Ginés Marín para estoquear un combo ganadero de seis hierros sevillanos, representantes de otros tantos encastes. Jose María Garzón se estrenará así al frente de una plaza que, en distintas etapas, cumple este año su vigésimo aniversario. Posiblemente no es el cartel que había pensado en un principio pero la mejor corrida, siempre, es la que se torea...

Al emergente taurino sevillano, gerente de la empresa Lances de Futuro, le gusta innovar. Uno de los alicientes del acto –conducido por la periodista Victoria Collantes- fue el sorteo presencial de esos hierros reseñados. Los propios matadores fueron los encargados de extraer las ganaderías a las que tendrán que enfrentarse, inscritas en unos pliegos introducidos en tres vasijas de cristal. La suerte, ésa es la verdad, propició un reparto equilibrado correspondiéndole a Luque estoquear las toros de Murube, Osborne y Partido de Resina y a Marín, los de Pallarés, Miura y Juan Pedro Domecq.

Más allá de los agradecimientos, Garzón avanzó que el pasado mes de febrero presentó a la Junta de Andalucía un protocolo Covid para celebrar festejos taurinos con la máxima seguridad sanitaria. “Este plan está realizado por la propia empresa y es fruto de su experiencia de la pasada temporada, así como de la colaboración de médicos y epidemiólogos” explicó el empresario, que el pasado año organizó dos de las corridas más resonantes de la primera temporada del covid en El Puerto de Santa María y Córdoba.

Eso sí, el empresario aclaró que organizar una corrida de estas características sólo es posible con la ayuda de sus participantes. “Lógicamente no es un año de beneficios pero sí es de compromisos” proclamó Garzón. “En Morón se podrá dar gracias a que los toreros y los ganaderos han tirado para adelante; si no sería imposible”, precisó el gerente de ‘Lances de Futuro’. Ese esfuerzo se ha materializado además en una rebaja global del precio de las localidades de en torno al 33-35%.

La corrida se celebrará con los parámetros de seguridad vigentes en el nivel 2: un metro y medio de separación de espectador a espectador que, en la práctica, viene a reducir el aforo total a un millar de espectadores. El delegado de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez, estaba presente en el acto junto con el alcalde de Morón y abundó en ese aspecto recalcando que “con las actuales restricciones sí es posible dar toros”. Sánchez aclaró que “en Primavera sería difícil que pasemos a la normalidad” en clara alusión a los condicionantes que han puesto algunas empresas para reabrir las plazas en base a un 50% de su aforo. Es el caso de la empresa Pagés que presentará la próxima semana los carteles que ha preparado en Primavera sin tener garantías de poder celebrarlos con la mitad de los tendidos cubiertos.

En el ambiente, inevitablemente, latían las últimas polémicas. Ese traído y llevado medio aforo ha espoleado la salida de Garzón de ANOET –la patronal taurina- en unión del empresario Alberto García después de una tensa asamblea celebrada este jueves. “He tomado la decisión de dejar ANOET. Creo que se pueden dar toros con menos del 50% del aforo. Así lo hice el año pasado y lo voy a hacer este año” explicó el empresario sevillano sin querer entrar en más valoraciones. “El año pasado fue duro y este año ha comenzado movido pero estoy cumpliendo mi proyecto y quiero ser dueño de mis decisiones y marcar mi camino de independencia” añadió Garzón concluyendo que siente “un deber moral con la tauromaquia”.