Pronto y en la mano, sentenció Antoñete. Así lo ha sabido ver el empresario sevillano José María Garzón montando un inédito mano a mano que enfrentará a una figura veteranísima como Morante de la Puebla a un torero emergente, también sevillano, llamado Juan Ortega para estoquear una corrida de Jandilla-Vegahermosa. La reveladora faena cuajada por el más joven el pasado 30 de agosto en la corrida que suplió a la tradicional feria de San Agustín de Linares ha sido la llave que le ha abierto de par en par este cartel de campanillas. El vis a vis se dirimirá en la única plaza de primera categoría que va a celebrar algún festejo en este año de la pandemia: el coso de Los Califas de Córdoba, adjudicado a ‘Lances de Futuro’, la empresa que comanda Garzón, en otoño de 2019.

La gestación del cartel ha generado una enorme expectación desde que trascendió la intención del empresario de abrir las puertas del inmenso embudo cordobés en la emblemática fecha del 12 de octubre, día de la Hispanidad. José María Garzón ha señalado en una nota de prensa que “se trata de un cartel de gran interés para los aficionados y donde se van a medir una gran figura de la categoría de Morante un torero nuevo como Juan Ortega”. Se trata, prosigue el empresario de Los Califas, de “un mano a mano que no sería posible sin la predisposición de Morante para compartir tarde con Ortega, después de su último gran triunfo y del que tanto se está hablando entre los aficionados”. La misma nota explica que se ha diseñado un cartel conmemorativo con la figura de Joselito El Gallo al cumplirse el centenario de su muerte en 2020.

Hay que recordar que Juan Ortega, a pesar de lo poco que se ha prodigado desde su alternativa, era uno de los toreros de mayor calado en los gustos del aficionado. Sus sucesivos toques de atención en la plaza de Las Ventas se vieron confirmados el pasado 30 de agosto gracias a ese faenón al toro de Parladé en Linares. La escasez de festejos y las peculiaridades de esta temporada fuera de guión sirvieron para amplificar y otorgar carácter de acontecimiento a esa actuación que –con las cámaras de Canal Toros por testigo- ha situado al joven diestro sevillano, de un plumazo, en la primera línea de actualidad taurina.

El empresario ha puesto un especial empeño en detallar las medidas sanitarias frente al covid-19 asegurando que “se ha diseñado un Plan de Contingencia de Seguridad para que esta corrida sea un evento seguro y con todas las medidas higiénico sanitarias que marcan las autoridades”. Dentro de estas medidas destaca el uso obligatorio de mascarillas y la higiene de manos, que se facilitará gracias a los geles hidroalcoholicos que se instalarán en cada uno de los accesos al tendido. Además la plaza será señalada para mantener las distancias de seguridad y se procederá a la limpieza de los aseos de manera constante durante el espectáculo. De la misma forma, señala la empresa, se llevará a cabo una desinfección de la plaza horas antes del comienzo del espectáculo y se tomará la temperatura a todos los asistentes al festejo.

El empresario ha apuntado que la semana que viene se presentará el cartel de manera oficial y todos los detalles organizativos. “Daremos a conocer las distintas actividades que vamos a llevar a cabo para vivir un día en torno a la Fiesta Nacional”, ha concluido José María Garzón.

Antecedentes

El cartel presentado en la tarde de este jueves señala explícitamente que “se adoptarán las medidas sanitarias exigidas por la Junta de Andalucía”. No deja de ser un guiño al pasado reciente. Hay que recordar que José María Garzón se vio envuelto en una intensa polémica a raíz de la corrida organizada en El Puerto de Santa María el pasado 6 de agosto. A pesar de cumplir con todas las medidas de seguridad y prevención sanitaria decretadas por la Junta de Andalucía –se podía vender el 50% del aforo total- el aspecto de la plaza aparentaba un aforo mayor al vendido. En medio de la tormenta mediática, la cúpula de ANOET –asociación que agrupa a las principales empresas taurinas- abrió un inaudito expediente a su socio y las autoridades autonómicas decidieron dar marcha atrás, imponiendo una separación de metro y medio de espectador a espectador.

Esa es la distancia que regirá en la corrida de Córdoba, limitando notablemente el aforo del coso cordobés, que con sus 16.400 espectadores es el más amplio de toda Andalucía. Sólo podrán ponerse a la venta poco más de 2.000 entradas después de descontar el porcentaje de localidades que hay que entregar a la sociedad propietaria del Coso de los Califas, que llegó a un acuerdo con Garzón el pasado otoño para entregarle las riendas de la plaza después de la languideciente gestión del grupo Bailleres. La viabilidad económica del festejo, previsiblemente, quedará reforzada con la presencia de una plataforma televisiva que aún no ha sido confirmada por la empresa ‘Lances de Futuro’ aunque ya se habrían entablado negociaciones con Canal Toros de Movistar.

Pero la gestación del cartel se ha visto acompañada de otras rumorologías. Se había dado por hecha una terna en la que Morante y Juan Ortega tenían que haber estado acompañados de Pablo Aguado, que ya había sido contratado por Garzón para la corrida del Puerto junto al propio diestro de La Puebla y Enrique Ponce. El empresario señaló en unas declaraciones posteriores que los mentores del torero –la familia Vázquez- se habían negado a que se televisara esa corrida lo que podría haberse convertido en un nuevo escollo para llevar a buen puerto el contrato de Córdoba. En cualquier caso, según ha trascendido después, habría pesado más en esta ocasión la lesión que Aguado arrastra en un brazo. Se trata, apunta Álvaro Acevedo en ‘Cuadernos de Tauromaquia’, de un “síndrome compartimental” que afecta al antebrazo derecho y que le priva de fuerza para entrar a matar restándole sensibilidad para torear por ese lado.