«No creo que nuestra ópera pueda asustar a nadie»

El Teatro Real estrena el próximo 20 de febrero la ópera ‘La Ciudad de las Mentiras’, de la compositora sevillana Elena Mendoza (1973), a partir de cuatro relatos de Juan Carlos Onetti

21 ene 2017 / 10:41 h - Actualizado: 21 ene 2017 / 10:41 h.
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  • La compositora Elena Mendoza.
    La compositora Elena Mendoza.

Llega por fin, tras haber sido aplazada en 2014, La Ciudad de las Mentiras al Teatro Real –con cinco funciones del 20 al 26 de febrero próximo–. La sevillana Elena Mendoza (1973), radicada en Berlín, ha sido la encargada de componerla por solicitud del anterior intendente del coliseo madrileño, el fallecido Gerard Mortier.

Entregó la partitura en 2014, antes del aplazamiento. ¿La ha revisado desde entonces?

–No. Lo que sí he hecho es preparar el material de orquesta y trabajar en el vestuario y la escenografía. Esta es una creación de equipo, como lo fue mi anterior título de teatro musical, Niebla. La partitura tiene partes que están totalmente compuestas y otras con sistemas de notación abiertos que se cerrarán en los ensayos.

¿Cómo es eso?

–Le pondré un ejemplo. Hay una escena en la que todos los instrumentistas juegan rítmicamente al dominó. Y en el foso hay una música compuesta con el mismo patrón métrico, pero no tenemos claro cuántas repeticiones contendrá porque esto dependerá del aspecto escénico que fijaremos estas semanas, durante los ensayos. Yo lo que busco es que todo reaccione a todo, y para eso no me sirve la vía unidireccional, por eso en La Ciudad de las Mentiras conviven armónicamente una sucesión de procesos creativos. En algunas partes la música tiene el máximo peso, y en otros episodios es la escena lo fundamental.

¿Le interesa explicitar, hacer comprensibles los relatos de Juan Carlos Onetti que toma como base?

–¡Sí, por supuesto! Esta es la historia de una ciudad en miniatura en la que cuatro mujeres viven en un universo paralelo a través de sueños y cuentos para escapar de la realidad en la que viven, para huir también de las mentiras que rigen sus relaciones sociales.

Ha decidido trocear la orquesta, repartirla por todo el teatro. ¿Cómo es esa espacialidad?

–En el escenario habrá un grupo en movimiento integrado por actores, cantantes e instrumentistas. En el foso habrá otra formación instrumental y, finalmente, habrá un tercero ubicado en el Palco Real. Son, en total, tres planos acústico espaciales; y cada uno cobra protagonismo en función de la escena que se esté desarrollando.

¿Cómo se canta esta ópera?

–Hay voz hablada, cantada, susurrada... pero también hay voz proyectada dentro de instrumentos de viento... He utilizado todos los registros posibles.

¿Teme que el mayoritariamente conservador público del Real pueda no entrar en su propuesta?

–Es verdad que la obra tiene un lenguaje experimental, pero su contenido es muy narrativo. Y aunque suceden cosas inusuales, sorprendentes, no creo que pueda ‘asustar’ a nadie. Confío mucho en el público y cuento con él. En ningún momento venimos buscando la confrontación

¿Espera algo de su ciudad natal?

–¿Esperar? Bueno... yo me siento bien tratada. Tengo el Premio Nacional de Música, lo que es todo un honor. Y en Sevilla se ha escuchado de vez en cuando mi música. Es difícil responder a lo que me pregunta. Me marché pronto de ella; aunque todo lo que venga de Sevilla me encanta.