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Agricultores y trabajadores del campo de todos los municipios del Condado de Huelva se manifestaron ayer bajo el lema ‘¡Agua y tierra ya!’. / El Correo -
Cristóbal Picón responde a El Correo TV. / El Correo -
El lema de la marcha fue ‘En defensa de los regadíos del Condado’. / El Correo
«Mi futuro, el de mis hijos y el de toda mi familia depende de la decisión de Mariano Rajoy. Llevamos demasiado tiempo sin saber qué ocurrirá con nuestras tierras. Nuestras vidas dependen de ellas». Son palabras de Rocío González. Fue una de los más de 20.000 trabajadores que este martes se manifestaron en Huelva, encabezados por la Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado de Huelva. Acudió a la protesta junto a dos de sus tres hijos. El tercero se quedó trabajando en las tierras en las que lo hace toda la familia. Unas tierras que Rocío heredó de sus padres.
Historias como las de Rocío son la nota predominante de miles de familias residentes en los municipios del Condado de la provincia andaluza. Son cinco: Moguer, Lucena del Puerto, Almonte, Rociana y Bonares. Para todos ellos la agricultura constituye la base que sostiene su economía. Tienen otra cuestión en común: están desesperados.
Sus cultivos dependen del agua. Un agua que no llega. Llevan más de treinta años esperándola. Hasta ahora, sus tierras han sido regadas con recursos hídricos subterráneos. Sin embargo, esto pone en riesgo al Parque Nacional de Doñana. La única solución a esta situación pasa por un trasvase desde la cuenca de los ríos Tinto, Odiel y Piedra a la del Guadalquivir, que es la que afecta a estos terrenos. «Desde el Gobierno central nos prometieron una transferencia de 15 hectómetros cúbicos anuales. Nos dijeron que esto se haría efectivo una vez formado el nuevo Ejecutivo. Ya han pasado seis meses y aún no tenemos respuesta», explica el presidente de la Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado, Cristóbal Picón.
Es el último capítulo de una historia que «parece interminable», comenta otro de los manifestantes.
La protesta partió del Estadio Nuevo Colombino y concluyó en la Plaza de las Monjas. La plataforma entregó escritos con sus demandas a la subdelegada del Gobierno, Asunción Grávalos, y al delegado de la Junta en Huelva, Francisco José Romero. Al Gobierno central los regantes le han recordado en este escrito que «miles de personas le transmitían su pesar y temor por ver cómo su partido no ha movido ni una ficha de las disponibles para hacer llegar el agua superficial al Condado».
Los vecinos de la comarca del Condado onubense reclaman el derecho a trabajar. Y es que, «sin agua no podemos mantener nuestras tierras», que dan trabajo a más de 70.000 personas.
Otro de los organismos que lleva mucho tiempo luchando por este asunto es Freshuelva, la asociación sectorial de los productores y comercializadores de fresas de Huelva. Su gerente, Rafael Domínguez, estuvo ayer en la manifestación. Allí puso de manifiesto la importancia económica del sector para toda la provincia y la necesidad de poner fin a un problema que «venimos reivindicando desde hace más de treinta años».
Al acto de propuesta también asistieron los alcaldes de las distintas poblaciones afectadas que, independientemente al signo político al que pertenecen, respaldaron «sin condiciones» las demandas.
Corona Norte
Pero este no es el único problema que tienen los vecinos del Condado de Huelva. También tienen un conflicto con la Junta de Andalucía que, a través del Plan Especial de la Corona Norte de Huelva, pretende reducir en un 30 por ciento las tierras agrícolas de estos municipios. Esto supondría la pérdida de 21.000 puestos de trabajo en la comarca.
No obstante, la Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado recibió el compromiso de la Junta de Andalucía de revisar la problemática de las tierras agrícolas de la comarca antes del 30 de junio. Esta es la fecha marcada por la Administración regional como tope para contestar a los agricultores.
«La Junta debe garantizar que no perderemos las tierras que han sido de nuestros padres y abuelos en el Condado, agrícolas desde siempre», subrayó Cristóbal Picón.
Decepción generalizada
Más allá de las cuestiones técnicas y legales, lo cierto es que la decepción y la desesperanza ondearon ayer durante todo el recorrido diseñado por la organización de la protesta. Miles de trabajadores acudieron en masa con la sensación de no sentirse escuchados. «No entiendo que hayan pasado 30 años y aún no nos hayan tenido en cuenta», se decía a sí mismo uno de los trabajadores afectados que, junto con el propietario de la finca en la que trabaja, ha recorrido cualquier acto de protesta que se ha organizado. «Esto no solo es una cuestión empresarial. Si la tierra en la que trabajo no se riega no solo mi jefe se queda sin su modo de vida sino que yo, y 50 personas más, me quedo sin empleo. No entienden que esto es muy grave. Por favor, que dejen de mirarse al ombligo y miren a los ojos a todas las personas que hoy hemos venido hasta aquí».
Esa sensación de impotencia fue la misma que nos transmitió Guadalupe, María o Josefa. «Las tres somos viudas y llevamos más de diez años trabajando en el campo. Tenemos más de sesenta años. Si nos quedamos en el paro, ¿qué hacemos?».
Pero esta situación no solo afecta a ciudadanos de las poblaciones afectadas. Cientos de trabajadores extranjeros vienen hasta la provincia de Huelva para trabajar en la recolección de frutos rojos. Ellos también se sensibilizaron con la causa y estuvieron en las inmediaciones del Colombino a la hora señalada. Muchos de ellos no sabían hablar español pero si tenían claro que de aquella reivindicación dependía su futuro. En las manos de todos siempre había un cartel en el que se podía leer: «¡Agua ya!».
En la provincia onubense del Condado de Huelva son miles las hectáreas afectadas por esta comprometida situación. Familias que dependen, única y exclusivamente, de su resolución. Con la de este martes, en la provincia onubense, ya se han celebrado tres movilizaciones para presionar al Gobierno. En Sevilla han tenido lugar dos. Además, se han organizado todo tipo de medidas de presión. «Solo me falta reunirme con Mariano Rajoy», decía Cristóbal Picón, el presidente de la Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado de Huelva. Sin embargo, aún no ha llegado la respuesta. La ignorancia ha sido la nota predominante durante todos estos años, «excepto durante los distintos periodos electorales. Entonces, todos vienen a vernos y nos dicen que nos ayudarán. Se les olvida muy pronto». El deseo era unánime entre los asistentes: «esperamos que, de una vez por todas, esta sea la última vez que tengamos que reclamar agua para nuestras tierras».