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Mario Jiménez, portavoz del PSOE en el Parlamento. / El Correoç
El discurso oficial del PSOE-A no se mueve una micra de la resolución aprobada en el Comité Federal del partido el 28 de diciembre pasado sobre las líneas rojas y las condiciones que deben darse para que Pedro Sánchez pueda negociar su investidura como presidente del gobierno: «No al PP y no a negociar con Podemos mientras éste no renuncie claramente al referéndum de autodeterminación en Cataluña». Así lo ha insistido este mediodía el portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez, interrogado sobre el goteo de opiniones de voces notables del partido favorables a que los socialistas permitan, con su abstención, gobernar al PP; primero fue Alfonso Guerra y en las últimas horas se han sumado Felipe González y el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos. «La opinión de González y Villalobos no es la opinión de la dirección del PSOE-A», respondió tajante Jiménez.
Los órganos directivos de la federación andaluza cierran filas alrededor del no rotundo al Partido Popular, «ni por acción ni por omisión». El portavoz parlamentario definió «como opiniones personales» las declaraciones del expresidente del Gobierno y el dirigente de la Diputación, que en nada tienen que ver con lo que la dirección andaluza mantiene y mantendrá en el Comité Federal del próximo sábado. Por tanto, no al PP, pero también no a «cualquier pacto en el que intervengan partidos separatistas». Jiménez se mostró también muy molesto con las formas en las que Pablo Iglesias presentó su oferta de pacto el pasado viernes en Madrid. «Lo primero que hace falta para que dos fuerzas de izquierda traten de llegar a un acuerdo es que se pongan sobre la mesa medidas de izquierda. Y todavía no he escuchado ninguna por parte de Podemos».
Jiménez trató de cerrar la rendija abierta el pasado lunes por el secretario de organización del PSOE-A, Juan Cornejo, al reconocer que veía «más peligros en el pacto con Podemos que en resignarse a la oposición», El dirigente pidió a Ferraz que tuviera altura de miras «a largo plazo, y no a medio plazo». «Antes en la oposición, que cambiando nuestro signo de identidad de lo que somos y debemos de seguir siendo». La federación andaluza recuerda que cualquier cambio en esta línea estratégica deberá someterse obligatoriamente al escrutinio del comité federal, órgano competente para aprobar la política de pactos en el PSOE. Por tanto, los barones tendrán que aprobar cualquier movimiento que haga el secretario general, Pedro Sánchez.