Las cuentas de PSOE y C’s superan el veto de la derecha y la izquierda

El Parlamento rechaza tres enmiendas a la totalidad de PP, Podemos e IU y permite avanzar la ley de Presupuestos de 2016. Montero: «No hemos renunciado a ni un gramo de nuestra ideología»

04 nov 2015 / 23:28 h - Actualizado: 04 nov 2015 / 23:30 h.
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  • La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, fue la encargada de defender el proyecto y responder a las críticas de la oposición. / Raúl Caro (Efe)
    La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, fue la encargada de defender el proyecto y responder a las críticas de la oposición. / Raúl Caro (Efe)

El proyecto de ley de presupuestos autonómicos para 2016 superó este miércoles en el Parlamento tres enmiendas a la totalidad con propuesta de devolución, presentadas por PP, Podemos e IU, y rechazadas por la mayoría de votos que suman PSOE y Ciudadanos (C’s). Las cuentas del año que viene, que ofrecerán estabilidad política al Gobierno de Susana Díaz, han sido diseñadas por los socialistas y respaldadas por el partido de Albert Rivera, que ha redireccionado algunas de las políticas del PSOE (rebaja fiscal) y ha incluido aportaciones específicas por valor de 400 millones. El debate de presupuestos es uno de los más importantes del año, sin embargo, Díaz se ausentó del hemiciclo y no siguió las propuestas del resto de grupos, algo que le afeó la oposición.

Las cuentas para 2016 prorrogan las políticas del PSOE, pero también mezclan políticas liberales en materia económica, no muy distintas de las que defienden PP o C’s, y medidas para garantizar el mantenimiento de los servicios sociales, la educación y la sanidad, con ideas próximas a grupos progresistas como Podemos e IU. Pero el proyecto de ley no convence a la derecha ni a la izquierda.

Las enmiendas a la totalidad significan una alternativa a las cuentas que ofrece el Gobierno, otra forma de gestionar lo público, con otras prioridades de gasto y una visión diferente de los ingresos. Los populares pusieron ayer el acento en la «elevada presión fiscal que sufren los andaluces», cómodos en esa crítica, porque también les sirvió para atacar de soslayo las «contradicciones» de C’s. Y Podemos e IU coincidieron en negar el discurso de la Junta, ese de que Andalucía gobierna de forma distinta al Ejecutivo de Mariano Rajoy: aquí se ha primado el control del déficit, la deuda y las políticas de austeridad, y eso no lleva a crear empleo ni a blindar los servicios sociales. Entre esos dos fuegos, la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, intentó responder que las cuentas ni son tan izquierdistas ni tan conservadoras, son las del PSOE: «Llevamos 30 años gobernando esta tierra, saben dónde encontrarnos».

En los 90, también con un Gobierno socialista en minoría, el presupuesto no superó el veto de PP e IU y tuvo que ser prorrogado dos años hasta que el presidente Manuel Chaves adelantó las elecciones. Esta vez, no hay pinza en la oposición tan fuerte. El proyecto de ley seguirá ahora su tramitación en la que los grupos podrán modificarlo con enmiendas parciales. Como la propia Díaz ha ubicado las cuentas equidistantes entre la derecha y la izquierda, habrá que esperar a ver si la Junta acepta propuestas de un ala o de otra. Por ahora, es C’s quien marca el paso, insistiendo para que se incluya en 2016 la rebaja del impuesto de sucesiones [similar a lo que pide el PP], y rechazando partidas como el dinero destinado a Memoria Histórica o los 18 millones para iniciar la banca pública, dos proyectos renovados del anterior Gobierno PSOE-IU. Los socialistas no están incómodos en esa situación, porque se sirven del apoyo indirecto de Podemos e IU para frenar las medidas más conservadoras de C’s (sobre todo en materia fiscal), y estos no convierten su frustración en un conflicto, porque les sirve para retratarse votando junto al PP, y así esquivan que les sitúan como «muleta del PSOE». C’s aspiraba a incluir su plan para reducir el impuesto de sucesiones el año que viene a través de una modificación presupuestaria, pero la Junta ha relegado el tema a 2017.

Montero tuvo que driblar los tres envites que le lanzó la oposición. Rígida y al contraataque con el PP, señalando siempre a la culpabilidad de Rajoy y los «límites políticos y económicos que ha impuesto a las comunidades», y más dialogante con IU que con Podemos, a quien exigió que concretase las políticas donde pueden encontrarse. «Si no existe organización, las ideas, tras el primer momento de impulso, pierden eficacia», replicó la consejera a Podemos a modo de reproche. La cita es del Che Guevara y provocó una gran excitación en las bancadas del partido morado y de IU.

Montero sintetizó el proyecto en dos grandes objetivos: generar 190.000 empleos de aquí a final de 2016 y aprovechar la recuperación –se prevé que la economía crezca un 2,7%– para consolidar las rentas medias y blindar los servicios sociales. Andalucía parte de una situación difícil: arrastra más de un millón de parados, su tejido productivo es muy dependiente del turismo y del campo, por lo tanto de la estacionalidad, el sector servicios tiene poco margen debido a las políticas de consolidación fiscal, y la industria es muy escasa. El gran valor del presupuesto sigue siendo haber resistido el tsunami de los recortes del Gobierno, dijo Montero, que auguró que el próximo año es el que «generará oportunidades».

El presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, acusó al PSOE de repetir «un modelo caduco, que se ha demostrado inútil contra el paro» e hizo corresponsable a C's. «C's tiene que explicar a los andaluces por qué respaldan ahora el infierno fiscal que criticaban hace 48 horas. Éste es el presupuesto de regreso al pasado de Chaves y Griñán. Nuevo socio para las viejas políticas de siempre». La diputada de Podemos, Carmen Lizárraga, admitió que había «coincidencias» sobre el gasto social, «pero no en cómo gestionan a lo público». Podemos comparó al PSOE con el PP, y Montero comparó al partido morado con los populares. El líder de IU, Antonio Maíllo, denunció que los socialistas habían traicionado las políticas de izquierdas que construyeron juntos, hace un año, cuando cogobernaban. Montero le afeó que «en tres meses haya renunciado» a lo que defendía IU cuando estaba en el Gobierno, y le aseguró que el presupuesto que han pactado con C's no es muy distinto a los tres que negociaron juntos. «No hemos renunciado ni a un gramo de nuestra ideología. No nos hemos movido de donde estábamos, ya saben dónde encontrarnos», concluyó.

El debate lo cerró el portavoz de C's, Juan Marín, explicó que su grupo «no ha presentado una enmienda a la totalidad, porque ya lo hicimos. Le dijimos al PSOE qué medidas queríamos en el presupuesto para apoyar su tramitación. Y eso hemos hecho».

UN GASTO GLOBAL DE 31.285 MILLONES

Las cuentas autonómicas para 2016 ascienden a 31.285 millones de euros, un 5,6 por ciento más que en el presente ejercicio. Ocho de cada diez euros (el 83,5 por ciento) irá destinado al gasto social, con un incremento del 4,8 por ciento en Salud y del 4,1 por ciento en Educación, debido sobre todo al aumento de la plantilla (360 profesores más y 218 sanitarios), y un incremento del 2,5 por ciento (25 millones) de la financiación para la Dependencia; mientras que la partida para infraestructuras, la gran sacrificada durante la crisis, aumentará un 9,5 por ciento hasta alcanzar los 3.523 millones, 306 más que en este año. El presupuesto incluye una previsión de 190.000 puestos de trabajo de aquí a final de 2016 y recoge una partida global de 2.037 millones de euros para «combatir el desempleo» (un 22 por ciento más que en el ejercicio anterior), que en este momento está levemente por encima del millón de parados.