«El excesivo respeto al arte niega tu voz»

Carlos Fernández Serrato debuta en verso con ‘Fulgor y fiebre, seguido de La fiera poesía’

14 ago 2017 / 08:45 h - Actualizado: 14 ago 2017 / 08:45 h.
  • El profesor y poeta Carlos Fernández Serrato. / El Correo
    El profesor y poeta Carlos Fernández Serrato. / El Correo

Aunque su faceta de teórico e investigador es harto conocida, hasta ahora la vertiente creadora o practicante de la poesía de Carlos Fernández Serrato (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1961) era un casi secreto. Ese secreto ha quedado desvelado ahora con Fulgor y fiebre, seguido de La fiera poesía, que acaba de ver la luz en el sello Lince.

«Soy practicante desde siempre, de hecho, primero empecé con la creación, pero luego me centré en la teoría y fui dejando papeles en los cajones», explica el autor. «En realidad, la teoría literaria es una forma de ficción o una autobiografía emocional, solo que el escritor se oculta tras la máscara de los libros que escribieron otros».

Lo cierto es que a Carlos Fernández Serrato se le puede ir rastreando desde hace más de dos décadas a través de relatos publicados en fanzines, como Producciones Elm Street o el excelente Así Roithamer , en homenaje a Bernhard. «Los fanzines eran una forma de edición independiente, que en nuestro caso, un grupo de escritores de La Línea hacíamos muy influidos por el punk».

Luego fueron llegando los estudios de autores por los que Fernández Serrato profesa una indisimulable devoción, como Jenaro Talens o Antonio Carvajal. «Por supuesto, hay citas directas de ellos en el libro, y alguna glosa indirecta», admite. «No influyen en mi estilo ni en mi mundo poético, pero mi escritura sale siempre del diálogo con otras escrituras. Las de Talens y Carvajal están siempre presentes en ese proceso, en esa conversación de la que surge lo que escribo».

«Un escritor no vive aislado en un espacio subjetivo, se nutre de la conversación con la vida y con el cruce con otras escrituras», prosigue. «En cierto modo, el yo lírico de los poemas es una construcción plural en la que las voces de los poetas que amas se oyen entre las brumas del poema».

Sobre su debut en concreto, comenta que «son dos poemarios en uno. El primero se sostiene sobre un relato fragmentario de autoconocimiento a propósito de anécdotas de desamor y el segundo es un poema ensayo en prosa donde planteo mi que yo llamo la poética del contagio, que da la fiebre y el fulgor de la poesía», dice, y señala a Bataille como su principal influencia. «Fundamentalmente lo que más me interesa de Bataille es su exploración de las pulsiones oscuras. La escritura poética nace en mi caso de un estado de oscuridad que la palabra quiere entender y trasladar a un espacio de claridad. Aunque el discurso de superficie sea limpio y sencillo el magma emocional que lo sustenta es denso y extraño a la razón. Bataille me ayuda a entender eso en sus ensayos sobre la literatura y el mal, como deseo prohibido».

No haber publicado hasta ahora lo achaca al pudor, «un extraño pudor. A veces el excesivo respeto al arte se convierte en una negación de la propia voz. Pero, como te dije antes, siempre hablaba escondido tras la interpretación de la escritura de los otros».