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Gustavo Poyet da indicaciones a Pezzella en la banda de El Sadar. / Efe
Gustavo Poyet fue claro a la hora de valorar el triunfo y la actuación de su equipo. «Había que ganar y lo hicimos, tuvimos que reconstruir y poner otra idea, también por el rival, que sabíamos que iba a ser duro. Con sufrimiento y trabajo lo sacamos y espero que sea una línea de crecimiento para el futuro».
Sobre su planteamiento, explicó que «sabíamos que los primeros minutos de Osasuna serían intensos y había que competir y competimos. Luego bajamos el balón, y logramos contrarrestar el sistema del rival y llegó el gol como premio. Quiero ver el gol de Osasuna, porque fue increíble, no sé si quiso tirar a puerta. A pesar de ocasiones de Joaquín nos empatamos y nos la jugamos con dos delanteros al final porque el punto era poco y hoy nos tocó a nosotros ganar así».
«En este fútbol de hoy», añadió, deciden «detalles de calidad, y hoy fue de Felipe (Gutiérrez)».
Cuestionado sobre su decisión de colocar de titular a Sanabria, dejando en el banco a Rubén Castro, se centró en el rendimiento del paraguayo, del que acabó satisfecho.
«La valoración de Sanabria es buena, me hizo demorar los cambios por las ocasiones que tuvo al final y salió bien. A veces planificas pero depende de los jugadores».
Hizo una reflexión sobre las dificultades de este inicio de temporada. «Estamos en construcción, pese a quien le pese. Cambiamos doce jugadores y cuando empiezas es difícil, pero creemos en el proyecto y queremos que la gente crea. Estamos haciendo un esfuerzo enorme y necesitamos empujar todos, espero que el partido del Espanyol sea un partido de unión, sin esperar a que vaya mal para volver a los insultos», observó.
«El que trate de pensar que por los puntos que tiene será fácil ganar aquí a Osasuna se equivoca», valoró.
«Queríamos ganar y el equipo se puso el mono de trabajo, quise que hiciésemos otras cosas porque lo que buscaba no se daba y buscamos otra forma».