La cuenta atrás, Cordón y Caparrós

El Sevilla no logra seducir a Antonio Cordón, no le convencen del todo las opciones foráneas y emerge la opción de la casa: Caparrós

15 may 2018 / 22:28 h - Actualizado: 17 may 2018 / 21:10 h.
"Sevilla FC","José Castro","Monchi","Joaquín Caparrós","Óscar Arias"
  • Joaquín Caparrós, actual entrenador del Sevilla, durante el Betis-Sevilla de la Liga, disputado el pasado sábado en el estadio Benito Villamarín. / Manuel Gómez
    Joaquín Caparrós, actual entrenador del Sevilla, durante el Betis-Sevilla de la Liga, disputado el pasado sábado en el estadio Benito Villamarín. / Manuel Gómez

La cuenta atrás sigue corriendo y metiendo presión a los actuales dirigentes del Sevilla. El primero de ellos, su presidente, José Castro, se comprometió públicamente el pasado 24 de abril a anunciar al próximo director deportivo antes de un mes. Lo hizo tras cortar la cabeza del anterior, Óscar Arias, en plena recta final de la temporada, una decisión controvertida más que por el fondo por las formas, concretamente por el momento elegido y con la figura del entrenador en el verdadero ojo del huracán de la crisis. Ese plazo expira el jueves de la próxima semana. Durante todo este tiempo, la directiva sevillista, con el expresidente Rafael Carrión fiscalizando todos los movimientos de calado, ha estado tratando de convencer a Antonio Cordón, exdirector deportivo del Mónaco y actual coordinador de esa área en Link Internacional Sports Limited, empresa que controla a diversos equipos europeos, para que tome el mando. Hace un par de semanas informábamos en estas páginas que Cordón no estaba por la labor de cambiar de aires sólo un año después de no haber llegado a un acuerdo con el Sevilla y dejar el Mónaco para embarcarse en esta nueva y diferente aventura. El diario Marca informa este martes de que el asunto se ha puesto prácticamente imposible. Los días han pasado y el no del valenciano parece definitivo.

Ante tal tesitura, el agobio crece por la planta noble del Sánchez-Pizjuán, donde saben que van muy tarde a la hora de planificar la temporada que viene mientras los rivales presentan estabilidad tanto en los despachos como en los banquillos. Es por eso que Castro quiere solventar este asunto sin más dilación, aunque la pregunta del millón es evidente: ¿Hacia dónde tirar? Con Cordón dando calabazas, las opciones extranjeras no convencen del todo. Omar Milanetto, tal y como informó El Correo de Andalucía hace dos semanas, es una de las opciones sobre la mesa. El italiano, avalado por Monchi, tiene buena fama como jefe de scouting, aunque no ha desempeñado la jefatura en este tipo de cargos nunca. Andre Geraldes, director deportivo del Sporting de Portugal, como el verano pasado, también está siendo barajado. Con bagaje en este sentido, el portugués carece de una de las premisas que los expertos ven necesarias en estos momentos en el club de Nervión: alguien que conozca la casa y la idiosincrasia del Sevilla. Ninguno de estos, además, saciaría a la opinión pública, algo que no debería tener mucho peso en la toma de este tipo de decisiones pero que lo tiene en la situación actual del club y de su directiva.

Aunque sin experiencia en el cargo, sí cumple con todo lo demás el actual entrenador. Un Joaquín Caparrós cuyas opciones de comandar la nueva área deportiva crecen a medida que pasan las horas. La apuesta por alguien de la casa, que ha contribuido desde el banquillo a reordenar las cosas en el equipo para conseguir el objetivo mínimo en la Liga en mitad de una crisis y que tiene el suficiente conocimiento del club como para trazar líneas a seguir en un proyecto desde cero pesan más en la balanza que su inexperiencia como director deportivo o director de fútbol, cargo que se crearía ad hoc en el organigrama de la entidad. Así piensan cada vez más dentro de la dirigencia sevillista, falta de crédito y que necesita ir a lo más seguro posible, si es que hay algo seguro en estos casos y en el fútbol en general (la mayoría de los participantes en una encuestra realizada por este periódico a través de las redes sociales aprobaría esta apuesta de la casa).

La opción de Caparrós como jefe de todo el área deportiva también incluiría incertidumbre, pero sí estaría rodeado de la mucha gente experta que sigue habiendo en la secretaría técnica nervionense, a la vez que podría intentar rescatar para el proyecto a algunos de los que salieron en los últimos meses por diferentes razones (Miguel Ángel Gómez, Dani Salas y Jesús Sánchez, principalmente). Siguen en el organigrama Jesús Olivera (coordinador general), Ramón Vázquez (captación de talentos), Emilio de Dios (secretario técnico del Sevilla Atlético), José Luis Ruda, José Manuel Santos y Fermín Galeote (los tres como responsables de scouting senior), Javi Guerrero (team manager del primer equipo), Marcos Sequeiros (team manager del filial) y los scouts Arturo González, Alejandro Pérez, Luis del Ojo y Jorge Pulido. Tampoco se descarta la figura del exjugador Julien Escudé como pieza importante en el engranaje hipotético de esta opción casera para el nuevo proyecto.

La duda, desde fuera, es saber qué grado de confianza en esta opción tiene de verdad el consejo de administración del Sevilla, que optaría por una decisión secundaria si finalmente se descarta la vía de Cordón y que recordaría mucho a la arriesgada jugada de finales del siglo XX con Monchi, quien precisamente empezó a trazar las líneas del nuevo Sevilla mano a mano con Caparrós y rodeados de gente de la casa como Ruiz Sosa, Pepe Alfaro o Ramón Vázquez.

La situación del Sevilla en nada se parece a la de finales del siglo pasado y principios del actual. Recuperada la condición de grande en el césped y en las estructuras internas, el club de Nervión pasa por un claro momento de ausencia de liderazgo en las tres piezas básicas de un equipo de fútbol: la presidencia, con Castro más que discutido; el entrenador, con Caparrós ocupando el cargo de manera provisional; y la dirección deportiva, con el sillón todavía vacío a 16 de mayo.