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Sí, pero no (2-1)

Clasificación del Sevilla para los cuartos de la Copa con goles de Ben Yedder y Correa

11 ene 2018 / 21:22 h - Actualizado: 12 ene 2018 / 17:58 h.
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  • Correa abraza con gesto serio a Sarabia tras marcar a pase del madrileño. / Manuel Gómez
    Correa abraza con gesto serio a Sarabia tras marcar a pase del madrileño. / Manuel Gómez

El Sevilla estará este viernes en el sorteo de los cuartos de final de la Copa del Rey tras vencer al Cádiz también en la vuelta de los octavos con goles de Ben Yedder en la primera parte y de Correa en la segunda, cumpliendo con los pronósticos aunque el partido se acabó convirtiendo, por no tener nada en juego en el tramo final (pese al gol de Álvaro), en un plebiscito para muchos jugadores y el presidente José Castro. No está bien el Sevilla y se demostró tanto con su juego, con alarmante falta de solidez defensiva, como con la bronca final del público, a quien Correa incluso pidió perdón tras marcar.

Ya antes del inicio del encuentro se sabía que había bastante en juego pese al 0-2 de la ida. Y tras ver la alineación de Montella, varias conclusiones. Rotaciones, las justas con el técnico italiano (Escudero, Navas, Kjaer ni Nolito jugaron), que tiene a Banega y Nzonzi como insustituibles, a riesgo de que revienten, y que no le da bola de momento a David Soria en la portería. Tampoco apareció Muriel de inicio y ni siquiera se vistió un Ganso que parece ya sentenciado de manera definitiva. Con el obsceno déficit físico que presenta el Sevilla ante casi cualquier rival, Montella insiste en atacar más rápido, cosa que intentan sus jugadores. Se ve esa intención, pero no se traduce en demasiada mejoría productiva. Y las lagunas defensivas persisten: el Cádiz, en un cuarto de hora, tuvo en la cabeza y los pies de Barral dos ocasiones clarísimas tras errores groseros de Lenglet en la marca y de Geis en la entrega de un balón fácil (el delantero cadista envió un zapatazo al larguero que desató los pitos en el Sánchez-Pizjuán).

El Sevilla atacaba y, como ante el Betis, gozaba de llegadas claras, pero le sigue costando un mundo marcar. Ben Yedder, antes de hacerlo, desperdició dos claras: en una se la paró Yáñez de bonita estirada y en otra la envió a las nubes con todo a favor. De hecho, el gol llegó de forma fea. Correa entró en el área por la izquierda y disparó al cuerpo de Yáñez, mientras que Ben Yedder remachó de forma parecida pero con la suerte de que dos defensores amarillos no pudieron despejar el tiro. El gol tranquilizó al personal, que intuía tragedia cuando justo antes del 1-0 Assamoah cabalgó por la banda derecha y, ante Rico, envió al lateral de la red. Todo fue fruto de un nuevo error grave de Lenglet y la incapacidad de Carole (y de cualquier sevillista) de alcanzar la velocidad del atacante cadista.

El Sevilla funciona al ritmo de Banega, que dejó solo a varios compañeros con pases magistrales, aunque el fuera de juego (en algunas ocasiones irreal) evitó premio alguno. En el tramo final de la primera parte sí que el Sevilla controló mejor al Cádiz, que casi recibe el segundo en una buena jugada por la derecha que Lenglet remató fuera muy cerca de la línea de gol, pero estaba muy forzado. Más clara fue la ocasión para Banega, que robó al último defensor amarillo y se nubló ante Yáñez, que desvió el tiro de gol con la punta de la bota izquierda. Le dio tiempo al portero cadista de hacer otra palomita a tiro a la escuadra del argentino, esta vez de falta directa.

El partido también se tornaba en oportunidad en la izquierda para Carole, cuyo futuro es negro en Nervión tras la llegada de Arana, Geis en la medular, Correa en ataque y Corchia por la derecha. El francés tiene continuidad, pero sigue sin mostrar nada interesante, pese a sus evidentes ganas de agradar. El alemán, por su parte, completó un partido más que discreto. Tras el descanso, apareció Correa, que marcó el segundo con un precioso cabezazo tras saque de esquina de Sarabia. El 2-0 (4-0 en el global) terminó definitivamente con el asunto.

Con la eliminatoria sentenciada, los 25.000 espectadores se dedicaron durante media hora a mostrar su parecer por la grave crisis que atraviesa el equipo nervionense. Sergio Rico fue silbado por la mitad de la grada (sobre todo tras un grave error que casi cuesta el 2-1 y el que cometió en el 2-1 final, quedándose a media salida ante Álvaro, que le batió de vaselina) y después aplaudido por la otra mitad, Banega fue muy ovacionado por todos y su sustituto, Franco Vázquez, fue tan silbado como Muriel cuando entró por el también aplaudido Ben Yedder. Esa es la forma que tiene la hinchada de expresarse. Lo hizo igualmente con pitos hacia Nzonzi cuando marchó hacia los vestuarios. Y también le tocó a José Castro, quien oyó desde el Gol Norte una clara petición para que deje el cargo de presidente. Así está el ambiente en un Sevilla que apenas da síntomas de poder levantar el vuelo sin fichajes. Un tercio de enero ya se ha consumido.

FICHA TÉCNICA

Sevilla FC: Sergio Rico; Corchia, Mercado, Lenglet, Carole; Geis, Nzonzi (Pizarro, m.83); Sarabia, Éver Banega (Franco Vázquez, m.72), Correa; y Ben Yedder (Muriel, m.78).

Cádiz CF: Rubén Yáñez; Rober Correa (Álvaro, m.69), Servando, Kecojevic, Oliván; Abdullah, Sergio González; Moha Traoré, Nico, Aitor García (Carillo, m.61); y Barral (Eugeni, m.61).

Goles: 1-0, M.31: Ben Yedder. 2-0, M.53: Correa. 2-1, M.85: Álvaro García.

Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a los visitantes Oliván (m.26) y Sergio González (m.74).

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de 24.000 espectadores, entre ellos unos doscientos seguidores del Cádiz situados en la zona para la afición visitante.