-
Unai Emery, con Llorente cerca de él, rumbo al tren que trasladó al Sevilla hasta Madrid. / Inma Flores -
Hay partidos subrayados en el calendario y éste es uno de ellos. Se trata, sin duda, de uno de más esperados del campeonato, tanto para un equipo como otro. La rivalidad es tal que ganar supone mucho más que tres puntos. Ambos equipos saben que juegan contra un duro adversario y que, por ello, necesitan hacer muy bien las cosas si quieren superarlo. Pero si hay uno debe apretar aún más los dientes, ése no es otro que el Sevilla. La liga del Atlético, por mucho que pregone y le respalde cierto eco mediático, es otra, distinta; es la liga de los aspirantes al título. Prueba de ello son los 140 millones de euros gastados en fichajes –ingresó 116 en ventas– el pasado verano, cifra que lo convierte en el mayor inversor del fútbol español esta temporada por delante del Valencia (99) y en el segundo de todo el continente (idéntica cifra que el Manchester United y sólo superada por el City, que desembolsó 200 millones). Todo esto, en cualquier caso, no debe ser excusa a la hora de plantar cara al Atlético. Simeone ha vuelto a construir un equipo que profesa a rajatabla su filosofía de defender como auténticos demonios y aprovechar las oportunidades en ataque de la misma forma. Nadie se sale del guión. Un guión desesperante para los rivales y que convierte los partidos en retos sólo aptos para equipos de verdad: fuertes mentalmente y con argumentos. Y eso es lo que debe ser el Sevilla: un equipo de verdad sobre la base de su mejoría (11 victorias en los 14 últimos choques). Sólo así podrá tener opciones ante un Atlético que lleva una derrota en sus 23 últimos partidos (17 victorias y 5 empates). Además, sus 8 goles encajados en las 20 jornadas disputadas lo dicen absolutamente todo.
El Sevilla todavía no sabe lo que es ganar al Atlético de Simeone. Tampoco Emery. Alicientes, en definitiva, que se unen a otros como la posibilidad de volver a recortar distancias respecto a la zona Champions. Una victoria la dejaría en seis puntos tras el empate del Villarreal ayer.
Emery ha desplazado a 19 hombres, entre los que se encuentran Rami y Cristóforo, novedades respecto a la convocatoria de Copa. Ocupan los puestos del sancionado Iborra y de Kakuta. ¿Habrá sorpresas en el once? ¿Jugará Llorente? No descarten nada.