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Las estanterías de las jugueterías están ya listas para recibir la avalancha de compradores de la recta final del año, de hecho, en este último trimestre se vende el 75% del total del año. / José Luis Montero
El sector del juguete se ha puesto, por fin, las pilas. Los últimos datos certifican que abandona las caídas y el estancamiento de los años anteriores y que esta campaña de Navidad será positiva (también en Sevilla), si bien los profesionales subrayan que el consumo todavía está «muy retenido» y que entre 2008 y 2013 la facturación cayó entre un 30 y un 40 por ciento por culpa de la crisis.
Así lo explica José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, quien argumenta que todos los meses de este año se cerraron en positivo, incluso con crecimiento de dos dígitos en verano, si bien el acumulado del año aún no es tan abultado. Por eso se espera «una buena campaña» de Navidad.
Eso sí, a pesar de estar satisfecho con los datos, quiere ser prudente e indica que la campaña de Navidad supone el 75 por ciento de las ventas de todo el año, por lo que «se lo juegan todo en muy poco tiempo» y no se pueden extrapolar directamente los datos obtenidos hasta ahora.
Durante los seis primeros meses de 2015, las ventas del sector del juguete español aumentaron un 9,68 por ciento con respecto al año anterior, lo que sitúa las cifras por encima de los 199 millones de euros. Muestra de la competitividad del sector español del juguete es que las exportaciones aumentaron más en kilos (13,81 por ciento) que en valor (9,68 por ciento), lo que evidencia un mayor volumen exportado a unos precios más competitivos que en el mismo periodo de 2014.
Cataluña y la Comunidad Valenciana acaparan la producción de juguetes en España y, según Pastor, mantienen «una relación de amor y odio» con los países asiáticos, líderes mundiales en fabricación de juguetes. Y es que muchas firmas españolas luchan con la «competencia desleal china», pero otras muchas fabrican desde allí para abaratar precios. «Las empresas españolas que trabajan allí ofrecen productos de calidad, pero con menos costes, si bien desde los años 80 hay competencia desleal porque distribuyen por todo el mundo productos falsificados o que son un riesgo para la seguridad de los niños», comentó el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes.
¿Y cómo está el sector en Sevilla? Evidentemente no hay fabricación, pero sí distribución. Desde una de las empresas más señeras, Osorno, una de sus propietarias, Begoña Osorno, explica que en 2014 registraron entre un 7 y un 10 por ciento más de ventas y que en 2015 «parece que hay más alegría». No se quiere aventurar a dar previsiones de crecimiento, pero la buena marcha del negocio incluso les ha permitido abrir nuevas tiendas. Eso sí, aprovecha la ocasión para hacer una recomendación a los padres: «Tienen que ser previsores y reservar ya». Y es que sus establecimientos ofrecen la opción de apartar los juguetes durante todo el año para ir pagándolos «poco a poco». «Y si no quieren que los niños los vean en casa, pues se quedan en la tienda hasta el último día», apostilla. «Hay personas –agrega– que los apartan en agosto o en marzo, cuando entran las novedades».
DeMartina es otra firma sevillana que nació hace diez años especializada en la venta de juguetes online (www.demartina.com). Elena Estévez es su responsable de Marketing y Cristina Gómez, su CEO. Según comentan, este año esperan un nuevo aumento de las ventas «porque tenemos una cartera de clientes fidelizados y apostamos por la calidad de marcas españolas y europeas, por juguetes que no se rompen y pueden pasar a los hermanos».
Según las responsables de DeMartina, «para los niños los juguetes son un producto básico», así que la recuperación de la crisis ya es una realidad. Además, apostillan que en su caso, por vender sobre todo por internet, no dependen tanto de la facturación del último trimestre del año, como las jugueterías más tradicionales.
Los juguetes ‘estrella’
En cuanto a las novedades para este año, no habrá «un producto rompedor», según Begoña Osorno, pero sí superventas como «los productos de la Patrulla Canina para niños de entre 4 y 7 años, Frozen un año más, Los Vengadores, Star Wars y, por supuesto, como siempre Playmobil y Lego». Quizás, añade, la novedad puede estar en los animales interactivos robotizados.
Desde El Corte Inglés, que lanzó ya unos tres millones de ejemplares de su nuevo catálogo de juguetes con 424 páginas (48 más que el año pasado), se afirma que entre lo más novedoso está «la pizarra luminosa de moda de Miyo, el castillo de Peppa Pig, accesorios de Pocoyó, el camión garaje Rollrun, el set del barco pirata de Playmobil, mamá búho y bebé con jaula de Little Live Pets y la muñeca Lovely de Miyo». Y como regalo estrella: «La Play PS4 en un pack con el videojuego de Star Wars».
Y si El Corte Inglés ofrece un 25 por ciento de bonificación hasta el 25 de noviembre que se podrá canjear entre el 26 y el 31 de diciembre, Osorno hace lo mismo hasta el 15 de noviembre para gastar en futuras compras, además de ofrecer otros descuentos. DeMartina, por su parte, hace rebajas del 5 por ciento en su tienda física, por ejemplo. Y es que las ofertas, en crisis, venden.
El sector del juguete genera en España alrededor de 5.000 empleos de forma directa y más de 20.000 de forma indirecta. De estos empleados, el 7,5 por ciento pertenece a departamentos de I+D, lo que sitúa a nuestro país como el segundo en inversión y empleo en esta área. Esta fuerte apuesta por la innovación permite que los catálogos de los fabricantes nacionales presenten cada año un 65 por ciento de novedades.
El juguete tradicional sigue siendo la categoría más vendida en el exterior a pesar del descenso de las muñecas (-6,17 por ciento). Y destaca el crecimiento de la categoría de juegos: un 83,9 por ciento en lo que va de año.