El Cabildo prevé restaurar a la Virgen de los Reyes después del verano

La «necesaria» intervención sería en la Catedral y duraría un mes

06 ago 2015 / 20:06 h - Actualizado: 07 ago 2015 / 12:07 h.
"Cofradías"
  • Las manos descarnadas de la Virgen –aquí en el pasado besamanos–, principal preocupación. / Inma Flores
    Las manos descarnadas de la Virgen –aquí en el pasado besamanos–, principal preocupación. / Inma Flores

Hasta el propio arzobispo de Sevilla, un apasionado amante del arte, había expresado en más de una ocasión a sus colaboradores su preocupación por el estado de conservación de las manos de la Virgen de los Reyes. El Cabildo Catedral acometerá después del verano una intervención restauradora sobre la Patrona de Sevilla con el objetivo de atajar los problemas, cada vez más visibles, que presenta la policromía de manos y rostro, así como la de la imagen del Niño. A la luz de la primera inspección técnica realizada sobre la talla, la actuación no se considera urgente pero sí «necesaria» para eliminar las alteraciones propias en una imagen de culto de su antigüedad.

El vicario general de la Archidiócesis y deán del Cabildo Catedral, Teodoro León, aseguró ayer, en declaraciones a este periódico, que será en el mes de septiembre cuando la comisión delegada del Cabildo se reúna para conocer el informe sobre el estado de conservación que elaborará el profesor Francisco Arquillo, el mismo especialista que ya restauró la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis en el año 1980 y que recientemente ha realizado una inspección visual de la obra. «El estado general de la Virgen es bueno, aunque sí que habrá que abordar los desperfectos propios del paso del tiempo», como los levantamientos y desprendimientos de policromía en un área tan vital de la imagen como manos y rostro, refiere el vicario.

Será entonces el momento de aprobar el presupuesto y de conocer al detalle el alcance y las fechas de una intervención que, «presumiblemente» realizará el profesor Arquillo, apunta Teodoro León.

Durante la inspección realizada a la imagen el pasado mes de junio en la sacristía de la Capilla Real –tarea para la que se siguió el protocolo establecido y se llamó a sus camareras, las Hermanas de la Cruz–, Arquillo pudo comprobar cómo el desgaste en la policromía de las manos de la Virgen se ha agravado «muchísimo en los últimos 35 años», desde la intervención de 1980. «Las manos siempre padecieron ese desgaste motivado no tanto por el besamanos a la imagen sino por efecto del arrastre del pañuelo empleado para limpiarle los besos», señala el restaurador.

Aunque aún es pronto para avanzar detalles, Arquillo calcula que la intervención se prolongaría por espacio de «no más de un mes» y se llevaría a efecto en dependencias catedralicias. «Yo soy el primero que piensa que la imagen no debe salir de allí, al igual que ya se hizo en el año 1980», cuando en dependencias anexas a la Capilla Real se instaló de forma provisional el taller necesario para abordar los tratamientos que entonces requería una talla que, según remarca el profesor Arquillo, está considerada como «una obra excepcional, no solo por su categoría artística e histórica sino también por sus peculiaridades técnicas». «Como todo el mundo sabe desde que lo publicase Hernández Díaz, la Virgen de los Reyes posee un mecanismo interno de ruedas dentadas con una correa que va desde este mecanismo hasta el interior de la cabeza, de manera que cuando la correa está tensa, la cabeza está erguida». Única es también su cabellera, formada por «miles y miles de perforaciones de no más de un milímetro de diámetro donde se insertan hilos de seda envueltos en una espiral de oro».