Díaz entra en escena

La líder del PSOE-A defendió la celebración de un congreso y primarias pero no por «intereses personales» y señaló, en un tono pacificador, que ahora es el tiempo de España «y no del PSOE»

29 sep 2016 / 22:45 h - Actualizado: 30 sep 2016 / 11:29 h.
"PSOE","Crisis en el PSOE","Susana Díaz","Pedro Sánchez"
  • Susana Díaz interviene ante el Comité Director extraordinario del PSOE-A./ E.P.
    Susana Díaz interviene ante el Comité Director extraordinario del PSOE-A./ E.P.
  • Susana Díaz, durante su intervención ayer en el Comité Director del PSOE de Andalucía, celebrado en FIBES. / Julio Muñoz (Efe)
    Susana Díaz, durante su intervención ayer en el Comité Director del PSOE de Andalucía, celebrado en FIBES. / Julio Muñoz (Efe)

Cuando más arreciaba la tormenta, con el histórico partido de la rosa sumido en un ciclón por minutos más devastador, Díaz saltó a una escena hasta ahora inédita para ella en este marco de la crisis socialista. La líder del PSOE andaluz, tras mover bien a sus peones Pradas y Pérez en Ferraz, se rodeó de lso 300 miembros del Comité Director del PSOE andaluz en Sevilla para templar la batalla, llamar a envainar dagas y tender armisticios. Eso sí, con velados mensajes dirigidos a Sánchez.

La líder andaluza aseguró que su federación ayudará a «coser, a unir, a restablecer la fraternidad» en su formación política, advirtiendo que los militantes no perdonarán que se hayan puesto «los intereses personales por encima de los del partido».

Díaz, largamente ovacionada al inicio de su intervención en este Comité Director del PSOE-A, quiso «mandar un mensaje de tranquilidad» al asegurar que los socialistas andaluces «van a estar a la altura», aunque no ahorró críticas. La líder socialista andaluza lamentó que haya quienes «se han cegado con los fogonazos de los partidos nuevos y han perdido la perspectiva».

«Cada vez que íbamos a las urnas hemos sacado peor resultado que el anterior», espetó Díaz, quien ha reclamado un debate «en profundidad» y no «a prisa y corriendo» porque «ahora toca España y luego el PSOE», se afanó en recordar.

También respondió a la reflexión de Pedro Sánchez sobre los «bandos» para negar que en el PSOE exista o que este partido sea «una banda»: «Para mí no hay socialistas ni de izquierdas ni de derechas», remachó. Además, Díaz advirtió a Podemos de que el PSOE «es mucho PSOE» y no va a poder hacer con este partido «lo que han hecho con Izquierda Unida».

En este sentido, avisó a la formación morada después de denunciar las «injerencias descaradas» de Podemos en el PSOE, y le acusó de pretender «chantajear y utilizar de rehén» algunos territorios de España, como Extremadura o Castilla-La Mancha.

La presidenta andaluza recalcó que primero hay que resolver la gobernabilidad y los problemas de los ciudadanos y luego, la situación del PSOE: «Ahora toca este país, España, y luego el PSOE». En esa línea, señaló que el PSOE necesita un debate «en profundidad» y no «deprisa y corriendo» porque alguien esté pensando en sus «intereses personales» en lugar de en el país o el partido.

Dijo también la líder andaluza que le «duelen» los reproches de la Ejecutiva de Pedro Sánchez a los críticos del PSOE, y reconoció que el partido vive un momento «crítico» tras dos años en los que ha «ido empeorando» y «de derrota en derrota».

«La situación es dolorosa», añadió la presidenta andaluza, quien garantizó que, ante la crisis que vive el PSOE, los socialistas andaluces estarán «a la altura» y seguir metiendo «el hombro» como, aseguró, han hecho siempre.

Díaz, que en distintos momentos de su discurso dirigió palabras de cariño hacia los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y también al presidente asturiano Javier Fernández, se preguntó cómo es posible que estando en la oposición el PSOE haya perdido incluso más votos y, ello, a pesar de tener un Gobierno en España que no ha tenido «ninguna sensibilidad hacia la gente que lo está pasando mal».

«Cada vez que íbamos a las urnas hemos sacado peor resultado que en la anterior», tras lo que pidió «reflexionar» porque la gente «nos mira y no nos identifica».

En su opinión, ha habido «exceso de temeridad», y el PSOE vive un momento «crítico», aunque señaló que un partido centenario como el suyo ha vivido momentos «traumáticos» a lo largo de su historia.

«Hay muchos militantes, muchísimos, preocupados, desconcertados y muy tristes, pero no sólo los militantes, también miles de votantes», aseguró antes de subrayar que el Partido Socialista es «es patrimonio de sus militantes y de millones de personas que -ha remarcado- nos dan su voto para que hagamos su vida mejor».

Por todo ello, insistió en la necesidad de hacer «un análisis compartido del por qué se ha llegado hasta aquí y de cómo vamos a mirar al futuro y ser capaces de enderezar el rumbo».