Más de 150 niños menores de 3 años provenientes de las cárceles andaluzas asisten esta semana, junto a sus madres presas, a un campamento de verano en la localidad sevillana de Constantina.
Según ha explicado a Efe el presidente de honor de la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, Jaime Garralda, esta asociación organiza estos campamentos desde hace más de treinta años en España para que los niños que viven en las cárceles junto a sus madres "puedan tener acceso a un espacio donde desarrollar aspectos positivos de la vida, la naturaleza y las relaciones humanas".
Aspectos que son esenciales, ya que estos niños, a los que la legislación actual permite que sus madres tengan con ellas hasta que cumplan 3 años, están en unas edades "en las que se perfilan rasgos fundamentales de su personalidad".
Con este tipo de actividades se pretende que los niños y las madres tengan un lugar donde desarrollar su relación materno-filial, además de jugar, hacer amigos y disfrutar de una actividad típica de verano para cualquier otro pequeño.
El campamento se organiza con la colaboración de la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos, la Junta de Andalucía, que presta el albergue que posee en Constantina, y 26 voluntarios que se encargan de tareas como la cocina o la limpieza.
Esta iniciativa se repetirá en otros dos campamentos en otras comunidades españolas, el primero de ellos en julio y el segundo en septiembre, con el objetivo de hacer llegar esta iniciativa al máximo de hijos de mujeres que cumplen condena.
La Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos desarrolla varios proyectos con los niños que viven en las cárceles, así como con sus madres, dirigidos a conseguir que éstos puedan tener acceso a un ambiente normalizado y a un desarrollo formativo y personal acorde a su edad, en el que cuenten con "las mismas oportunidades y limitaciones que cualquier otro pequeño".
