Las barriadas de Los Pajaritos y Nazaret son las que presentan un mayor número de viviendas del Patronato pendientes de escriturar. / Antonio Acedo
La Real Fundación Patronato de la Vivienda de Sevilla lleva años en pleno proceso de escrituración de los miles de pisos que construyó hace ya más de medio siglo en la ciudad, pero la falta de recursos de muchas familias, los problemas familiares y los recelos de estos residentes ante el mal estado de sus viviendas están frenando este proceso de cesión de inmuebles en barrios como Los Pajaritos, Pío XII, Candelaria, San Jerónimo o Torreblanca.
En la ciudad hay 8.790 viviendas que, de acuerdo con el contrato de cesión, ya terminó el plazo de amortización, por lo que el llamado Patronato de las Casas Baratas empezó a tramitar la firma de las escrituras de transmisión de dominio a cada beneficiario. Hasta el pasado mes de abril, 2.070 residentes, el 23,55%, no había firmado aún las escrituras, sobre todo del barrio de Nazaret y Los Pajaritos. Ya han vencido todos los plazos límite para el otorgamiento de las escrituras, pero como la mayoría de los que quedan no se han otorgado por problemas económicos, sobre todo por falta de ingresos de las familias o embargos de todo tipo, según el Patronato.
El coste de las escrituras, con notaría, gestión y registro, oscila entre los 250 y 320 euros, pero no es sólo esa la pega. Muchas familias aseguran que no quieren ser los propietarios de unas viviendas que se encuentran en muy mal estado. Unos bloques en barrios muy humildes en los que las obras de mantenimiento brillan por su ausencia y en los que los vecinos denuncian un histórico olvido de las administraciones públicas.
El pasado 3 de abril en unas jornadas de la Inspección Técnica de Edificación (ITE) en el Colegio de Aparejadores de Sevilla, Daniel Valdivieso, jefe del Servicio de Conservación de la Gerencia de Urbanismo, reconocía que barrios como parte de Los Pajaritos, La Barzola, Torreblanca y las Tres Mil Viviendas tienen serios problemas de conservación y que los forjados de sus edificios «aguantan no se sabe cómo». Así lo reconocen los vecinos. Ante esta situación, reclaman ayudas y no están dispuestos a poner sus pisos a su nombre.
Además, el Patronato asegura que también hay problemas familiares para no firmar las escrituras, esto es, la desaparición de los titulares, separaciones de hecho o incapacitados sin incapacitar legalmente. Por todo ello, el Patronato está a la espera de que se resuelvan estos problemas, aun cuando le consta en que determinados casos los ocupantes de las viviendas no quieren resolverlos.
Según informaron a esta redacción, el Patronato ha logrado que notarías acepten pagos parciales a cuenta del total, pero, salvo en casos excepcionales en que se ha cubierto la totalidad del coste, no existen ayudas distintas a la facilidad de pago antes señalada.
En Torreblanca, de las 1.608 viviendas a escriturar, están pendientes 314. En la Candelaria hay 100 sin escriturar de un total de 1.108, mientras que en San Jerónimo quedan 18 pisos, sólo el 1,16%.
En Pío XII, de 1.352 viviendas, 193 no están regularizadas. Aquí, el proceso arrancó en los años 2009, 2010 y 2012, según las calles. En Nazaret, de 1.152 pisos, un 58,85% (678) no están escriturados, mientras que en Los Pajaritos, quedan pendientes un 45,69%, esto es, 524 pisos de 1.125 pese a que el Patronato empezó a informar a los vecinos de la necesidad de escriturar hace ya tres años. En la Macarena quedan por escriturarse 253 viviendas, un 31,43%, en un proceso que en este barrio comenzó en 2012.
Además, el Patronato tiene otras 528 viviendas que empezaron a escriturarse en 1991 en San Juan de Aznalfarache, de las que quedan 68 por normalizar (12,88%).
