El 17% de los andaluces mantiene una actitud "excluyente" hacia la inmigración y niega a los extranjeros el derecho a integrarse en la sociedad de acogida, según el último estudio elaborado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía (IESA-CSIC) sobre Opiniones y actitudes de la población andaluza ante la inmigración.
Frente a este dato, el 70% de los andaluces ve efectos positivos en el fenómeno migratorio. Un 32% da la bienvenida a los extranjeros porque considera que son necesarios, el 31% muestra una actitud desconfiada y el 20% una posición solidaria. "Los andaluces tienen actitudes en contra de la inmigración por la competencia económica, el temor a que quiten puestos de trabajo, o por la idea de que se van a deteriorar los servicios públicos. Es una nueva forma de aversión a la inmigración, pero no por la ideología. No van a salir a la calle manifestándose. De ese 17% habrá un muy pequeño porcentaje que puede que sí sean violentos", asegura Manuel Pérez Yruela, director del IESA y responsable de este estudio.
El asesinato de un joven de 16 años en Madrid apuñalado por un militar ligado a grupos neonazis y que supuestamente iba a una manifestación contra la inmigración ha abierto el interrogante: ¿Es ésta una sociedad racista? ¿Brotan los grupos ultras con el odio al extranjero como eje de su programa?
Según los datos más prudentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en España hay unos 8.000 skins y Andalucía es la cuarta comunidad con más número de ultras, por detrás de Cataluña, Valencia y Madrid. Pérez Yruela asegura tener una opinión de carácter general como sociólogo y advierte de que no hay ningún estudio específico sobre este asunto en Andalucía. "Tenemos latentes siempre en la sociedad conflictos, particularmente con la inmigración", asegura y admite que "hay contextos políticos que reverdecen las ideologías nacionalistas radicales". Los jóvenes son los protagonistas.
"Se están dando pequeños brotes de radicalismo de extrema derecha con tanto nacionalismo exacerbado", asegura el director del IESA. No obstante indica que en Andalucía la situación es "normal". "Los grupos radicales que existen son pocos en número y tienen poca relevancia, están poco presentes en la sociedad. Lo ocurrido en Madrid puede hacer mucho daño pero pronto todo volverá a la normalidad", vaticina.
