21 de diciebre de 1983. Estadio Benito Villamarín. 30.000 espectadores. Y ante la selección española de fútbol, Malta. La tensión era máxima, ya que a falta de una jornada, España era segunda y necesitaba ganar en el último partido a Malta por 11 goles o más, única posibilidad que tendrían para superar a Países Bajos en la clasificación final para ir a la Eurocopa de 1984. Parecía imposible pero la Roja y Santillana marcó el primer gol a los 16 minutos, aunque a los ocho minutos los malteses empataran (el único balón que meterían en red en todo el partido). Fue entonces cuando la grada transformó su escepticismo y optimismo e hizo volar a unos jugadores ya para la historia del fútbol: Arconada, Maceda, Santillana, Ricardo Gallego, Gordillo, Camacho, Víctor, un jovecísimo Hipólito Rincón, Sarabia, Roberto, Goicoetxea y Juan Señor. El partido terminó 12 a 1 para los locales, como ya sabrán, pero fue ese 21 de diciembre, que supuso la clasificación para la Eurocopa, cuando se jugó el que está considerado como uno de los encuentros más importantes en la historia del fútbol español. Atrás quedó el mal papel de los españoles en el Mundial del 82, organizado por nuestro país, que había perjudicado su imagen ante los aficionados.