La columnas de la Alameda despedían al pelotón desde la altura. En el centro del remozado bulevar, decenas de ciclistas se arremolinaban a mediodía de ayer a la espera de emprender su partida hacia Alcosa. En sus manillares y cestas portaban un mismo dorsal con la leyenda: ¡¡¡Apertura del parque del Tamarguillo ya!!! y ¡¡¡Más carriles bici!!! Por unas horas, vecinos de Alcosa y ciclistas de la asociación A Contramano se enrolaron conjuntamente en una marcha en bici por la ciudad. Reivindican la apertura inmediata del parque los unos, y la mejora de los carriles bici en los barrios los otros.
Nueve kilómetros a golpe de pedal. Es la distancia que separa la Alameda del nuevo parque del Tamarguillo, que parece estar siempre en obras porque no se inaugura, lo que enerva a los vecinos. Niños, jóvenes y mayores completaron esta pedalada reivindicativa por Relator, Feria, Resolana, Ronda de Capuchinos y Carretera de Carmona hasta alcanzar la avenida de Montesierra y la de Chiva, ya en el Parque Alcosa. Había motivos, como explicaba José Vázquez, de la Plataforma Pro Parque del Tamarguillo: "Queremos la apertura inmediata del parque del Tamarguillo, que ya está terminado. Los vecinos tenemos derecho a disfrutar de esta zona verde".
Sus esfuerzos van también encaminados a reivindicar una alternativa a la construcción de la autovía SE-35 que, a su juicio y tal como está planteada por el Ayuntamiento (avalada por el PGOU), "terminaría con el parque". "Si dejamos que destrocen esta zona con una autovía, acabarán con uno de los pulmones verdes de la ciudad", reclamaban ayer los vecinos, que temen que la carretera prevista dé al traste con los huertos vecinales, las pasarelas o la reforestación acometidas.
Pero la marcha sirvió también para pedir la mejora en la red de carril bici que se están construyendo en los barrios. El portavoz de A Contramano, Ricardo Marqués, hacía hincapié en las deficiencias que presenta el tramo de Alcosa: "No podemos tener carriles de primera en el Centro y de segunda en los barrios", espetó. La doble protesta siguió en el centro cívico de Alcosa. Allí aguardaban los vecinos en una especie de meta volante. El trofeo no fue otro que el cariño de los habitantes de Alcosa.
Juntos, ciclistas y vecinos, emprendieron el camino a pie hasta la zona del parque en una manifestación por la barriada. Llegaba la hora del almuerzo en el parque del Tamarguillo. La jornada se completó con visitas guiadas a distintos rincones del recinto como las pasarelas por encima de los cauces fluviales o los huertos vecinales. Los portavoces del acto avisaban: "No pararemos hasta que se levante la condena de cierre que pesa sobre este parque".
