Ante las bajas, Gregorio Manzano decidió recuperar el esquema con cinco defensas y sin extremos que tan buen resultado le dio ante el Villarreal en Copa. Pero si aquel día de enero el invento salió bien, esta vez se derrumbó inexorablemente. Alexis, Fazio y Fernando Navarro formaron una línea de tres muy endeblita. La entrada del malagueño por Escudé ablandó a la demarcación más pobre del equipo. Dabo, por la izquierda, y Cáceres formaron como carrileros largos, aunque realmente se movieron en tierra de nadie. Ni atacaban ni defendían sino todo lo contrario.
Renato acompañó y empeoró a la pareja Medel-Rakitic y Negredo y Rodri formaron una delantera que quedó inédita. El primer tiro a puerta llegó en el minuto 67 y fue de Renato. El segundo y último fue un cabezazo de Fazio. Los atacantes, desaparecidos. Para enmendar la situación, Manzano volvió al sistema de las bandas durante quince minutos y llegó el gol de Miku. La única buena noticia fue el debut de un Luis Alberto que, por cierto, no hizo apenas nada.