El dueño de un bar de El Coronil (Sevilla) ha sido absuelto de un delito continuado de agresión sexual, por el que el fiscal pedía once años de cárcel, pues no se ha demostrado que mantuviera relaciones homosexuales con un chico de 14 años al que contrató como pinche de cocina.
La sentencia de la Audiencia de Sevilla, a la que ha tenido acceso Efe, dice que lo único acreditado es que el acusado J.S.C. contrató en marzo de 2004 al denunciante para que le ayudase en la cocina y que, una vez acabada la relación laboral, el adolescente siguió frecuentando el establecimiento.
Dicen los jueces de la Sección Primera que, tras el estudio de la causa, han llegado a la conclusión de que "con toda probabilidad entre el adulto y el joven hubo relaciones homosexuales, pero fueron libremente consentidas por el menor", y que las penetraciones anales "fueron recíprocas".
El acusado se ha visto libre así de los once años de cárcel que pidió el fiscal para él en el juicio, que incluía una indemnización de 20.000 euros al denunciante.
Los jueces se basan en las "contradicciones de importancia" y el "discurso no coherente" de la supuesta víctima, y añaden que "es absolutamente inverosímil que acudiera voluntariamente al establecimiento sabiendo que iba a sufrir agresiones sexuales no deseadas".
"Nada le impedía negarse a cualquier tipo de trato con el acusado y no hay base alguna para entender que estaba coaccionado o amedrentado", añaden la sentencia.
Los dos únicos testigos a favor de la acusación, un amigo y un primo del denunciante, desmintieron en el juicio sus primeras declaraciones y uno de ellos llegó a declarar que la supuesta víctima le confesó que cobraba 20 euros por cada relación sexual.
El primo reconoció a los jueces que el denunciante, estando con él en un bar de copas, le confesó que "todo era mentira y se lo había inventado" y su amigo manifestó que, en su primera declaración en el juzgado de Utrera (Sevilla), "dijo lo que su amigo le pidió que dijera".
Lo que realmente le había contado la víctima es que el acusado "había querido abusar de él, pero lo cierto es que nunca pasó nada", explica la Audiencia, que entiende que de esta manera se han "volatilizado" las pruebas de cargo
