El abogado de tres de los acusados, Fernando Osuna, ha informado hoy a EFE de que la sentencia absolutoria se basa en las "muchas contradicciones" en que incurrió la denunciante, en que los forenses no certificaron ninguna agresión sexual y en el testimonio de los testigos que comparecieron al juicio.
Ha añadido que sus clientes van a emprender ahora acciones judiciales y van a pedir una indemnización a la denunciante porque se han visto "envueltos en unos hechos que no han resultado ser constitutivos de violación, en sus trabajos y en los ámbitos juveniles fueron tachados como violadores y sufrieron las miradas hirientes de muchas personas".
"Han tenido que dar muchas explicaciones y soportar una carga emocional muy grande en más de dos años de padecimientos graves y muchas noches sin dormir", según el abogado.
El juicio se desarrolló en octubre pasado en el Juzgado de Menores 1 de Sevilla y en él declararon los cuatro acusados, acompañados de sus padres al ser menores de edad, así como seis testigos.
La acusación particular que ejercieron los padres de la denunciante pidió siete años de internamiento en un centro de menores para uno de los chicos y cuatro años para los restantes, mientras que el fiscal sólo pidió 18 meses de libertad vigilada por un presunto delito de coacciones.
La defensa de tres de los acusados defendió que no hubo violación "sino una relación sexual consentida" con la chica, que entonces tenía 13 años, versión que apoyaron al menos dos testigos.
