Adif, el Administrador nacional de Infraestructuras Ferroviarias, sigue con el proceso de privatización de su patrimonio, ya que acumula una deuda de 13.700 millones de euros. Después de sacar a subasta varios espacios y estaciones la pasada primavera, ayer anunció un concurso público para la gestión y explotación de los 72 aparcamientos con que cuenta en sus 51 principales estaciones de tren por un importe máximo de 136 millones de euros. En el caso de Sevilla se trata del parking subterráneo de Plaza de Armas, que cuenta con 720 plazas, y los tres al aire libre que se encuentran en los aledaños de Santa Justa, y que suman 1.220. Es decir, un total de 1.940 entre los cuatro. La garantía de vigencia del contrato va de los cuatro a los diez años de duración, aunque en el caso de la capital hispalense todos cuentan con el periodo máximo, una década. Hasta ahora era la filial Comfersa participada al 51% por Adif y al 49% por Renfe la encargada de gestionar los aparcamientos del administrador ferroviario en las estaciones de todo el país, por lo que al sacarlos a subasta pública da un paso al frente para privatizar su explotación.
En el caso de Plaza de Armas, el aparcamiento ocupa alrededor de 19.000 metros cuadrados, mientras que los tres de la estación de Santa Justa suman alrededor de 27.000. Se localizan en el lateral de José Laguillo, el de la Avenida de Kansas City y en el frontal del complejo.
Según informó Adif ayer a través de una nota, el presupuesto de licitación, que dependerá del periodo elegido, oscila entre los 66,6 millones, cuando la duración es de cuatro años, y los 136 millones de euros para el caso de 10 años.
El procedimiento de licitación, que será negociado con publicidad, tiene una primera fase en la que se evalúa la solvencia económica, financiera y técnica de los ofertantes. Posteriormente, una vez determinado el plazo óptimo de arrendamiento, se procederá mediante subasta a elegir como adjudicataria a aquella empresa que presente una mejor oferta económica. El arrendatario explotará por su cuenta a riesgo y ventura los aparcamientos y podrá realizar otras actividades asociadas como lavado de coches y carga eléctrica, aunque queda excluida la explotación publicitaria, informó el administrador. De este modo, Adif exige el pago por adelantado a los arrendatarios, aunque tradicionalmente se ha jugado con un fijo al que se le sumaban variables según la ocupación de cada aparcamiento.
