La leyenda de Hollywood Elizabeth Taylor, una de de las actrices más cautivadoras del siglo XX, murió ayer a lso 79 años en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles rodeada de sus cuatro hijos. Se va una diva de ojos violeta que lega títulos memorables como Cleopatra, Gigante o La gata sobre el tejado de zinc.
Taylor llevaba ingresada desde principios de febrero tras sufrir una insuficiencia cardiaca congestiva que le había sido diagnosticada en el año 2004. También fue operada en 1997 de un tumor cerebral.
Ganadora de dos Oscar -por Una mujer marcada (1960) y ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966), será recordada como una de las grandes damas de cine, además de una mujer que rezumaba elegancia y poder de seducción a partes iguales.
Liz Taylor había nacido en Londres de padres estadounidenses en febrero de 1932, pero residía en Estados Unidos desde su infancia. Además de por su carrera cinematográfica, ha sido célebre, entre otros muchos motivos, por sus hasta ocho matrimonios, aunque siempre se ha dicho que su verdadero y único amor fue Richard Burton, del que se enamoró perdidamente durante el rodaje de Cleopatra.
Tras conocerse la trágica noticia de la muerte, su hijo, Michael Wilding, envió un comunicado a los medios de comunicación donde señala que el legado de su madre "nunca desaparecerá".
"Mi madre era una mujer extraordinaria que vivió la vida al máximo, con gran pasión, humor y amor. Aunque su pérdida es devastadora para todos los que estábamos unidos a ella y la queríamos, siempre nos inspirará su perdurable contribución a nuestro mundo", explica con emoción su vástago.
Curiosidades. Entre los múltiples premios que ganó se hallan, aparte de los Oscars, el Globo de oro, el Bafta y el David de Donatello. Gracias a una condecoración de la reina Isabel II de Inglaterra (Dama Comandante del Imperio Británico) recibía el tratamiento de Dame (Dama), equivalente del masculino Sir. Su madre siempre quiso que fuera una estrella, así que desde muy pequeña la llevó a grabar anuncios, cameos en películas, etc. De ahí que Taylor siempre haya dicho que no quiso realizar una carrera como actriz, sino que ésta le fue impuesta. Tras participar en varias comedias de escasa calidad, se hizo famosa con 12 años con la película National Velvet (1944) sobre un caballo de carreras.
Era una estrella ya en la adolescencia. Con 14 años rodó El coraje de Lassie. Su siguiente gran éxito sería El padre de la novia (1950), junto a Spencer Tracy.Sus perspectivas mejoraron con sus trabajos en Un lugar en el sol (1951), Ivanhoe (1952) y especialmente en Gigante (1956) junto a compañeros de la talla de James Dean y Rock Hudson.
Un año después era nominada al Oscar por El árbol de la vida. A partir de mediados de los 1960 su participación en el cine va perdiendo pujanza, aunque aún tiene ocasión de intervenir en varias películas de relieve, como Reflejos en un ojo dorado, con Marlon Brando y ¿Quién teme a Virginia Woolf?, de la que se dice es su mejor interpretación.
A partir de la década de los 70 la carrera de Liz Taylor decae claramente y empieza su idilio con la televisión, que se acentúa en los ochenta.
En 1994 actuó en su última pieza cinematográfica: Los Picapiedra, de Brian Levant. Se retiró de la actuación con el telefilme These Old Broads, de 2001.
