Cultura

Adios, maestro

La muerte de un maestro, el Maestro, deja un sentimiento de orfandad difícilmente consolable. Hay referentes irremplazables. Le gustaba a José María Bernáldez (Alcántara-Cáceres, 1948 - Sevilla, 2008) este apelativo -maestro de periodistas-, y asumía las funciones propias del cargo con naturalidad, con extrema generosidad y con vocación de magisterio. Foto: EFE

el 15 sep 2009 / 04:16 h.

La muerte de un maestro, el Maestro, deja un sentimiento de orfandad difícilmente consolable. Hay referentes irremplazables. Le gustaba a José María Bernáldez (Alcántara-Cáceres, 1948 - Sevilla, 2008) este apelativo -maestro de periodistas-, y asumía las funciones propias del cargo con naturalidad, con extrema generosidad y con vocación de magisterio. Las noches de premios literarios, las veladas librescas de la ciudad -en fin, cualquier aquelarre periodístico de mínima envergadura-, acababan siempre arremolinadas en torno a Bernáldez, lector voraz -no leía menos de 300 páginas diarias, según sus más íntimos- y poseedor de una memoria prodigiosa, capaz de relatar las anécdotas más inverosímiles de los personajes literarios de este país.

Tanto amaba esta profesión, el periodismo y la literatura, que Bernáldez, fundador y director del programa de Canal Sur Televisión Al Sur, falleció ayer en Sevilla con las botas puestas, pocas horas después de presentar el sábado en la Feria del Libro de la ciudad la novela de José María Pérez Zúñiga Lo que tu piensas.

Con sesenta años, además de curiosidad por lo que escribían los más jóvenes, Bernáldez recordaba detalles de todas sus lecturas, era benévolo en sus juicios críticos, aunque no carecía de ironía y espíritu crítico, y siempre fue, quizás lo mejor de su carácter, un gran conversador, amigo de tertulias, a las que si no asistía más era porque, se excusaba siempre que podía, vivía en el Aljarafe y carecía de carnet de conducir.

Bernáldez era también autor de una decena de libros, desde novelas a una biografía de Manuel Fraga, pero nunca hablaba de ellos y si se le preguntaba contestaba con evasivas y empleando su más fino sentido del humor consigo mismo.

Cuando sólo era un adolescente, José María Bernaldez frecuentó a César González Ruano y posteriormente compartió tertulias en Madrid con Francisco Umbral, Camilo José Cela y otros grandes escritores aunque, en su faceta de crítico, era mucho más exigente con estas grandes firmas que con los nuevos valores.

Bernáldez nació en 1948 en Alcántara (Cáceres) y era licenciado en Filosofía y Letras y Periodismo; fue director de El Socialista y trabajó en las redacciones de Radio Nacional de España, Televisión Española y El País, antes de incorporarse a la Radio y Televisión de Andalucía, de la que fue delegado territorial en Córdoba. Hace trece años se puso al frente del programa cultural de Canal Sur Televisión Al sur desde el cual trató de "dar a la cultura un tratamiento informativo especial". Lo consiguió, como avalan reconocimientos como el Premio Andalucía de Periodismo, el de la Asociación de Telespectadores de Andalucía, el de la Fundación José Manuel Lara y el Ateneo Cultural.

Pero, por encima de todo, Bernáldez era un bibliófilo empedernido -atesoraba en su casa más de 20.000 libros- y un gran compañero. La herencia del maestro, su legado, se puede perseguir en las nuevas generaciones de periodistas culturales, receptores de su tremenda generosidad. Al mundo de la Cultura, cada vez más debilitado, le falta desde hoy una tierna, profunda y paterna referencia.

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